CAPÍTULO 7

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Estaba empezando a llover, yo por la calle y llevaba un jersey que no abrigaba lo suficiente. No se ni por que calle iba, pero no me importaba. Me estaba calando entera así que me resguardé bajo el toldo de una tienda de animales, la cual estaba cerrada. Los coches cuando pasaban por la carretera salpicaban y me mojaban más de lo que ya estaba.

Genial al final voy a coger un resfriado de los mil demonios.

-Mierda, mierda y más mierda, ¿ahora que?- Decía en voz alta.

Los minutos pasaban, ya me estaba cansando de tanto esperar, la lluvia no cesaba al contrario cada vez llovía más.

Soplé con cansancio, miré la hora en el móvil, eran las siete y media y había salido de cada a las tres y cuarto. Había perdido la noción del tiempo caminando y estando a esperando a que la lluvia cesara, pero nada el tiempo estaba encontrado mía hoy.

Un coche que pasaba a una gran velocidad frenó en seco haciendo un ruido chirriante que hizo que pusiera las manos en mis oídos. La puerta del copiloto se abrió dejando ver a la persona que nunca esperaban ver.

Max.

-¿Qué haces aquí?- Preguntó.

-Oh, nada, sólo es que me apetecía mojarme un poco, pasar frío y después pillar un catarro del infierno, eso es lo que hago.- Le dije con sarcasmo.

El cómo respuesta levantó las dos manos.- Vale, vale te he entendido. Venga sube te llevo a mi casa que está más cerca. Y si te preguntas donde están las niñas están con mi madre.- Asentí y subí corriendo al coche que tenía la calefacción puesta.

Como él había dicho, su casa estaba a unos diez minutos desde donde yo estaba. Bajé lo más rápido que pude hasta la puerta principal esperando a que Max abriera la puerta. Me estaba muriendo de frío.

-Joder camina más rápido y abre la puerta, me estoy congelando.- Él no hizo nada más que reír.- Abre la maldita puerta, Sin Nombre y no te rías.- Le dije, pero seguía riendo más fuerte.- Ale sigue con tu estúpida risa.- Le dije cruzando mis brazos y haciendo un pequeño puchero con mi labios inferior.

-Vale ya paró.- Dijo y al fin metió la llave dentro de la cerradura. Entré nada más abrió.- Puedes pasar no pasa nada.- Dijo con sarcasmo.

-No te va el sarcasmo, Sin Nombre.- Dije dándole unos golpecitos en su hombro derecho.

-Ven ando voy a darte ropa seca.- Me hizo un señal con la cabeza para que lo siguiera hasta su habitación.

Rebuscó por su armario, me tendió unos pantalones de chándal y una camiseta roja con el logo de Artic Monkeys en negro, me encanta como cantan.

-Gracias.- Dije.

-El baño está en frente.- Dijo, yo asentí como respuesta y me dirigí al baño para cambiarme pero paré en seco.

-¿Puedo ducharme?- Le pregunté, él asintió y me tendió una toalla de color crema de su armario.

Estaba bajo la lluvia caliente artificial. No se que me estaba pasando, hoy me estaba portando con Max lo más tímida posible y eso es lo madre raro en mi, nunca sentía vergüenza por hablar con alguien. Todo era un lío tremendamente grande en mi cabeza que no me dejaba pensar con claridad.

Ya fuera de la ducha me puse la ropa de Max, los pantalón s me venían enormes parecía que cabían dos como yo y la camiseta me estaba bien un poco donde pero bien. Bajé al salón donde estaban sentados Max, Clara y Beth. Me senté al lado de Clara.

-¿Te lo hadas pasado bien Beth?- Le pregunté, ella como a respuesta movió su cabeza sin prestar atención a lo que le estaba diciendo, normal viendo a Dora la Exploradora haber quien no prestaba atención a conque le están diciendo.

*

Lo que quedaba de tarde nos la pasamos viendo dibujos en la tele sin cruzar palabra alguna.

-Me tengo que ir.

-No puedes ir a ningún lado. Está lloviendo mucho y te vas a resfriar si es que ya lo estas, así que mejor quédate.

-No se... yo me tengo que ir.

-Valeria, tu casa está lejos de aquí, es mejor que te quedes.- Dijo con súplica, y subiré.

- Vale.-Dije resignada.

Eran las once y cuarto, tenía un sueño para morirme, las pequeñas se habían dormido en el sofá.

-Ayúdame a llevarlas a la habitación.- Me acerqué para coger a Beth, Max cogió a su hermana y me guío hasta la habitación. Dejé a Beth al lado de Clara.

-¿Dónde voy a dormir?- Pregunté bostezando.

-Duerme en mi cama yo dormiré en el sofá.

-No, yo dormiré en el sofá.

-Esta es mi casa y yo digo donde vas dormir y donde voy a dormir, así que hazme caso.

-Vale.- Dije a regañadientes.

Me acompañó hasta la habitación.

-Buenas noches, Rubita.- Dijo riendo y tomándome la nariz con su dedo índice.

-Buenas noches, Sin Nombre.- Dije bostezando de nuevo.

*
A la mañana siguiente me desperté con un calor sofocante. Intenté sacarme las sábanas pero unos brazos me lo impidieron, miré mi cintura, lo que me faltaba ahora.

Me giré lentamente para mirar como dormía, era guapo de cojones, sin darme cuenta tenía mi mano sobre la cara de Max acariciándolo suavemente. Pasé mi mano por sus mejillas, labios... Se estaba moviendo y retiré mi mano lo más rápido que pude de su cara.

-Hazlo otra vez, me relaja.- Dijo con voz ronca y sin abrir los ojos.

Me sonrojé a más no poder, me había pillado acariciándolo.

-Mierda ya no aguanto más.

-A que te ref...- No me dejó terminar ya que sus labios estaban sobre los míos. Empezó a mover sus labios y yo le correspondí el beso.

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Espero que os guste este capítulo.

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