Las nubes tapan el esplendor de la luna, las estrellas no pueden apreciarse muy bien como otras noches.Miro el móvil por milésima vez, las diez y veinticinco marca la pantalla táctil.
Las lágrimas han dejado de bajar de mis ojos, supongo que llorar no serviría de nada, tengo que actuar, demostrar que no he hecho nada, que Dylan es homosexual, que no tengo nada con él.
Ya va siendo hora de que vuelva a casa, se que mi madre está preocupada, he salido antes de que le diera tiempo ha hablar.
Me levanto, limpiando mis pantalones del polvo, meto el móvil en ni bolsillo trasero del pantalón. Mis pasos resuenan por todo el camino asfaltado, haciendo eco entre los callejones.
El móvil empieza a vibrar en el bolsillo, lo saco, miro la pantalla, un WhatsApp.De Max.
-¿Dónde estás?, tu madre está preocupada.
-Voy ya a casa.
-Dime donde estas y voy a por ti.
-No hace falta.
-Vale, tu misma.
Guardo de nuevo el móvil en mi bolsillo, camino más rápido para llegar más rápido a casa.
Giro la llave en la cerradura, la puerta se abre bruscamente antes de que me de tiempo a sacar la llave de esta.
-¿Ya era hora no?- dijo mi madre, ruedo los ojos ante su comentario.
-Te dije que no me esperaras levantada.
-Estaba preocupada ¿vale?, has salido por la tarde y vuelves a las once y cuarto, ¿te parece normal?
-No lo sé.- me pongo una mano en la frente para calmar el dolor, pero no funciona.- Mamá, me voy a mi habitación, me duele mucho la cabeza, hablamos mañana, ¿por favor?
-Esta bien, tómate una pastilla para el dolor de cabeza, después te subo un vaso de leche caliente a tu habitación.- dice mi madre, asiento, subo a mi cuarto.
Abro la puerta de mi habitación, lo primero que veo es a Max acostado en mi cama durmiendo. Me acerco a él lentamente para no despertarlo. Me siento con cuidado a su lado, lo miro, con el dorso de mi mano empiezo ha acariciar sus mejillas, aparto mi mano, me acerco a sus labios y los rozo con los míos, lo necesitaba, lo necesito y lo necesitaré.
Me aparto antes de que se despierte, voy al armario a buscar mi pijama y me lo pongo en el baño. Salgo del baño.
¿Dónde voy a dormir?, ¿al lado de Max? ¡No!, ¿en el suelo? ¡Menos aún?, pues no tengo otra opción, dormiré con Max, supongo que no le importará.
Me acuesto a su lado, tapandonos a los dos con las mantas. A los pocos minutos noto como se mueve y envuelve sus brazos alrededor mi cuerpo.
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Hola, aquí tenéis otro capítulo, disfrutarlo.
Subiré cada dos semanas.
Besos.
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¿Y POR QUÉ TÚ?
Teen Fiction-Perdona, ¿tienes un chicle?- Le pregunté al chico que tenía delante de mi. -Espera, creo que si.- Dice él metiendo la mano en el bolsillo del pantalón y sacando la mano vacía, me vuelve a mirar.- Espera.- Mete su mano en el bolsillo pero esta vez d...