Capítulo 15

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Para Oliver y Fukase habían sido unos días muy lindos y divertidos en la preparatoria, estaban juntos, se daban la mano, intercambiaban miradas coquetas y obviamente se divertían y molestaban como siempre lo habían hecho sin dejar a sus amigos de lado, sabían equilibrar las cosas y vivir lo lindo de una relación.

Por su parte, Miku no la había pasado muy bien viendo a esos dos juntos, se alegraba enormemente por su relación y que fueran felices pero también le dolía dejar ir aquel afecto que le tenía a Fukase, a cualquiera le dolería pero solo lo tenía que aceptar.

Len se había dado cuenta de ello, notaba a su amiga un poco más triste y sin ánimos. Lo primero que pensó fue que estaba siendo acosada nuevamente pero no había señales ni de Yukari ni Flower, solo lo supo hasta que miró la manera en como ella veía a la reciente pareja, supo entonces que tenía el corazón roto por cierto pelirrojo y él no se quedaría de brazos cruzados viéndola sufrir. Le dolía un poco saber que había estado interesada en Fukase pero ahora era más importante la felicidad de su amiga y ver su sonrisa verdadera.

A la hora del almuerzo había tomado a Miku del brazo y la arrastró hasta un salón vacío, cerró la puerta y comenzó a hablar.

—Miku-chan, se sincera conmigo.

—¿De que hablas, Len-kun?

—¿Te sientes incómoda con la relación de Oliver y Fukase?

—Pa-para nada, ellos son felices juntos —llevó una mano a su otro brazo frotándose nerviosa.

—Miku-chan, puedes confiar en mí y lo sabes —se acercó y le tomó las manos—. Ya sé que eso no te hace sentir bien y puedes desahogarte conmigo.

—L-len-kun, yo pensé que é-él me entendería y-y... De nada sirve abrirse a las personas si sales lastimado —apretó sus puños con frustración.

—Ya, Miku-chan, suelta todo lo que tienes —la abrazó de manera delicada y protectora.

Ella le devolvió el abrazo y se quedó allí durante unos momentos, no emitió ningún ruido por un buen rato hasta que se calmó y pudo separarse de su amigo para mirarlo con sus grandes ojos aguamarinos.

—¿Ya estás mejor?

—Creo que sí, estar contigo me ayuda, es extraño pero me siento demasiado bien a tu lado.

—Me alegra poder ayudar a la bella dama que es usted.

Se acercó un poco a ella y le dio un pequeño beso en la mejilla que dejó a Miku muy confundida y nerviosa, sin saber como reaccionar, solo podía tartamudear letras sin sentido alguno.

—En Inglaterra los besos en la mejilla son usados como saludo, despedida, felicitación, calmar o solo porque sí. Te lo di para calmarte y que sepas que te aprecio mucho, eres una gran amiga.

—Gracias, Len-kun —dijo ya comprendiendo el contexto—. Sabes, ya que profundizamos nuestra amistad podríamos dejar los honoríficos de lado.

—Es una buena idea, Miku.

—Pero que fácil te acostumbraste.

—Allá tampoco se usan honoríficos, solo se llama por el nombre apenas conoces a alguien. Una cultura diferente a la que me adapté.

—Pues es un placer, Len, el de doble cultura.

Salieron por fin de aquella sala y fueron en busca de sus amigos, debían estar esperándolos ya que hoy saldrían a visitar a uno de los abuelitos para almorzar allí, debían aprovechar mientras aún seguían todos juntos.

(...)

No le gustaba volver de donde había salido, lo odiaba con toda su alma pero si tenía que volver para sacar a Miku del camino pagaría ese precio, después de todo no iba sola con esto, su mejor amiga estaba a su lado siempre para apoyarla en las locuras que hiciera y ella haría lo mismo, valía la pena esa chica.

Nuestro lindo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora