A pesar de que Yukari y Flower habían vuelto de su suspensión se habían dedicado a ignorar a la aguamarina que antes acosaban. A Miku primero le extrañó pero después supuso que la habían amenazado con expulsarla si sabían algo de sus abusos nuevamente, eso le daba seguridad y el poder de echarlas cuando se le diera la gana.
Por otro lado las dos amigas sabían que si en esos momentos le hacían algo a ella lo sabrían de inmediato, lo mejor era quedarse quietas por un tiempo. Planeaban esperar el tiempo que hiciera falta hasta que la seguridad volviera a decaer y comenzar su venganza pero esta vez lo harían sigilosas, ya no podrían hacerlo de frente por lo que harían las cosas de forma anónima o se apoyarían en cierto grupo de experimentados en aquello.
La aguamarina paseaba por los pasillos llevando unos papeles que le había pedido su profesor de turno al salón de profesores, eran tantos que tenía que caminar lento para que no se le cayeran y armar un escándalo para poder recogerlos, por suerte justo era horario de clases y nadie estaba allí para apurarle el paso.
—Hatsune-chan —escuchó detrás de ella.
Volteó lentamente para no botar ningún papel al suelo y vio a Fukase caminando rápido en su dirección.
—Déjame ayudarte con eso.
Tomó un poco más de la mitad de la pila de papeles y los acomodó en sus brazos.
—Gracias, Fukase-kun.
Se sonrojó levemente y ambos caminaron al destino de la aguamarina.
—¿No deberías estar en clases?
—S-sí, pero fui al baño, prefiero ir en medio de las clases porque está desocupado.
—Es una buena estrategia, yo nunca me atreví a ir por temor a que me dejaran encerrada o algo así.
—Pero ya no tienes que tener ese temor, Hatsune-chan, ahora eres libre —le sonrió cálidamente.
—Puedes llamarme Miku si gustas.
—¿Eh? N-no cr-creo po-po-poder, y-ya es difícil di-dirigirme a t-ti —habló nervioso.
—De verdad que eres bastante tímido.
—Lo sé, ha-hasta me pongo ne-ne-ne-nervioso cuando dices m-mi no-nombre.
—Lo lamento, es más fácil para mí llamarte así.
—¿D-de verdad? —asintió con la cabeza— E-es muy i-inesperado, a-apenas nos co-conocemos.
—Es verdad, pero aún así me siento bastante cómoda a tu lado, no puedo explicar el porqué —le brindó una amplia sonrisa haciendo que el rojizo se sonrojara más de lo que ya estaba, parecía un tomate—. Lo lamento, si quieres puedo llamarte por tu apellido.
—E-esta bien.
—Kasane-kun —lo pensó por unos momentos—. Sabes, es algo raro decirte por tu apellido después de tanto, ¿Te puedo seguir llamando Fukase-kun?
—Cre-creo que tienes ra-razón, llámame como gu-gustes, Hatsune-chan.
—Gracias, y tú puedes llamarme Miku.
—¿¡Q-q-q-q-qué!? No, no, no, no —dijo rápido y nervioso—. E-e-eso es mu-mucho pa-pa-para mí —se volvió a sonrojar.
—No es tan difícil, estamos en confianza.
—E-es que...
Miró a los ojos de su amiga, ella solo esperaba pacientemente mientras caminaba lento. Era cierto que ya de por si le costaba mucho tratar con Miku, siempre se había puesto nervioso con gente nueva y sobre todo si eran mujeres, era todo un retraído social pero a la vez quería quitarse ese nerviosismo y acercárse más a ella.
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Nuestro lindo amor
FanfictionMiku es una chica solitaria que pasa sus días en compañía de la soledad, su más grande amiga. Tiene carácter fuerte y sabe afrontar los problemas que se le presentan. Len es un muchacho al que todas califican de "príncipe" al tener una actitud agra...