Capítulo 16

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Había pasado un tiempo y Mayu cada vez se incluyó más en el grupo haciéndose muy cercana a Miku, su objetivo.

Normalmente solía ignorar todo lo que tuviera que ver con los demás para prestarle atención a la aguamarina con la excusa de que se sentía mucho más cómoda con mujeres que con hombres. Solía ignorar mucho a Len con su faceta de príncipe que ella odiaba, con Fukase no tenía problema ya que casi no hablaba si ella estaba allí, con Kaito solía ser respetuosa y se reía de los chistes que hacía Oliver. No le importaban los demás si su objetivo solo era acercarse a Miku con tal de ganarse la aprobación de su adorado Rei. No lo amaba ni le gustaba, ni si quiera sentía atracción por él, solo lo idolatraba y eso era suficiente para obtener el deseo y dedicación de hacer lo que le dijiese.

Estaba con el resto del grupo de abusivos reunidos en un salón vacío mientras la de cabellos blancos les contaba como había progresado y lo íntima que se había vuelto con su objetivo.

—Has sido una gran chica, Mayu.

—Gracias, Rei-senpai.

—¿Al fin podemos proceder a la siguiente fase? —Yukari estaba de brazos cruzados apoyada en la pared.

—Creo que ya es tiempo, tendrán que participar las chicas en este primer juego.

—¿Y de qué se trata? —preguntó Daina.

—Pues...

Rei les contó la siguiente parte del plan, desde ahora se dedicarían a acosarla en secreto y hacer todo lo posible para sacarla de la escuela como fuera. Cuándo les daba con uno era hasta el final.

Aún sorprendían a todos al no ser echados de la escuela hasta la fecha, nunca podían probar que fueron ellos los responsables del acoso y siempre quedaban libres de culpa o silenciaban a sus víctimas de una u otra forma.

(...)

Fukase se tenía que quedar más tiempo por el club de arte, ya había faltado mucho por lo que tendría que recuperar el tiempo perdido quedándose a todas las sesiones de aquí a final de año escolar para no ser expulsado, o al menos de esa forma lo amenazaron.

Los chicos entendieron y decidieron quedarse en la cancha jugando para esperarlo e irse todos juntos como siempre. Miku, muy interesada en ver como pintaba su rojizo amigo lo acompañó a dicho club donde la recibieron con las puertas abiertas e incluso le pidieron si podía hacer de modelo de las que quisieran pintarla, no se negó y estuvi haciendo de modelo por un tiempo hasta que le dijeron que tomara un descanso y los demás iban a comprar algo para tomar y comer.

La aguamarina se acercó a la pintura de su amigo quien no la estaba pintando, dijo que le daría mucha vergüenza el pintar a su amiga, nunca había pintado a alguien más.

—¿Cómo va tu pintura, Fukase-kun?

—Ya casi termino.

Se asomó para ver dicha pintura y se sorprendió al ver algo totalmente distinto a su personalidad. De un chico calmado, tímido y amable había salido una pintura de colores agresivos, líneas y figuras retorcidas que daban miedo. Luego de mirarla por un momento y analizarla mejor pudo ver que se trataban de árboles en tonos cafés y rojos simulando el otoño, un camino de tierra oscura y con hojas y al final una puerta vieja de madera oscura entreabierta de donde provenía una tenue luz anaranjada. Ya no daba miedo, solo estaba pintado de otro estilo, el estilo del corazón del pelirrojo.

—Es muy lindo, Fukase-kun.

—¡Que alivio que digas eso! Muchos piensan que puede ser aterrador mi estilo de pintar —puso una de sus manos en su pecho con alivio.

Nuestro lindo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora