Capítulo 5

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Durante unos cuantos días Len había intentado acercarse nuevamente a Miku, ya no era tan cortante como al principio pero seguía siendo reacia a su compañía, tampoco podía evitar las miradas asesinas de sus fans por tener su atención, sobre todo Yukari quién las miraba desde lejos hirviendo de la ira, no podía aceptar que aquella chica le había arrebatado al príncipe, ella lo quería y lo obtendría por cualquier método, solo tenía que pensar cuidadosamente su siguiente paso.

Ya era la hora del almuerzo y Len estaba delante del asiento de Miku para que almorzaran juntos, había decidido pasar más tiempo con ella por si a Yukari se le ocurria hacer algo raro.

—¿No deberías ir a jugar con tus amigos? —preguntó seria la chica.

—Está bien, puedo estar calmado un día y además te protejo de esas bravuconas.

—Me sé cuidar sola —comió un poco de su almuerzo en señal de desinterés.

—Igual un amigo no hace mal.

—¿De qué hablas?

—A estas alturas ya nos podemos llamar amigos.

—No me gusta —miró a otra parte.

—Vamos, es divertido y eso somos a los ojos de todos.

Miku lo pensó por un momento, es verdad que la había ayudado cuando lo necesitaba y había pasado tiempo con ella estos últimos días, no le agradaba del todo pero le agradaba no estar tan sola, era una sensación que creía haber olvidado desde sus amigas de la secundaria.

—Está bien, da lo mismo.

—¡Al fin! Logré hacerme amigo de Miku.

—¿Donde dejas el honorífico? No tenemos tal confianza.

—Lo lamento, en el extranjero no ocupan honoríficos y me acostumbré —se rascó la nuca nervioso—. Si gustas puedes llamarme así también.

—Tu eres Kagamine-kun.

—Qué cruel. De acuerdo, no olvidaré el "chan" para la próxima.

Comieron en silencio por un tiempo.

Len se alegraba de al fin haber llegado a ser amigo de aquella chica tan reservada, no tenía ni idea de porque había insistido tanto en ser su amigo pero le daba gusto haberlo conseguido. Si pudo con esto podría encontrar a Mii-chan.

Miku estaba pensando en porqué había sido tan terco en formar una amistad con ella, no era ni la más bonita, ni la más popular, no era adinerada y no creía que tuviera algún interés romántico en ella. No le desagradaba el tener nuevamente un amigo con quien pasar el tiempo, solamente se le hacia raro y estaba preocupada por lo que pudiera hacer Yukari.

Len notó cierta incomodidad en el rostro de su, ahora, amiga y supo de inmediato que era lo que la preocupaba.

—Hey, si pasa algo con Yuzuki-san lo afrontaremos juntos —quiso tranquilizarla.

—Ni que fueras mi novio para decirme esas cosas.

—Tienes razón. —Movió su comida un tanto incómodo— ¿Acaso tienes novio?

—Claro que no, soy la chica más solitaria que puedas conocer.

—Ya veo, es triste estar solo.

—Mejor solo que mal acompañado —pensó un poco—. Oye, ¿no te interesan los rumores que has oído de mí?

—Debo decir que estan muy bien inventados pero solo son rumores, no puedes dejarte llevar por ellos siempre. Quiero conocerte como es debido.

Se sorprendió ante la respuesta, normalmente es imposible hacer caso omiso a los rumores y terminas dejándote llevar por ellos pero este chico tenía mentalidad diferente. Algo debió haber pasado en Inglaterra para que fuera fuerte mentalmente.

Nuestro lindo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora