Capitulo 25 -Fotografía-

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Escribí esto ayer así que si en las notas dice jueves ya saben porque jsjsjsjsjs

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La pequeña niña rubia miraba con los ojos llorosos al magnate frente a ella, el cual tenía una mirada afilada y estaba a punto de gritarle a la pobre.

— Se puede saber ¿Qué demonios haces aquí? — La niña se quedó callada y no dijo nada — Genial ¿Tienes retraso o algo? ¡Responde! — Naegi miro mal a su novio y lo aparto con brusquedad— Es una niña Togami, no tienes por qué hablarle así — El rubio se sorprendió ante la mirada enojada de Makoto, no se esperó que lo empujara — ¿Cómo te llamas, tesoro? — La niña estaba roja como un tomate al intentar frenar las lágrimas que amenazaban con escapar de sus ojos, Naegi miro el doble de mal a su novio quien le devolvió la mirada molesta, Togami había escuchado hablar sobre la niña, Kiki Baisotei, hija de la difunta súper modelo Mia Bisotei y el periodista Mirio Bisotei, Ambos murieron en un accidente de auto pero los detalles nunca fueron muy específicos. Bufó con molestia y vio como el castaño envolvía a la niña en sus brazos.

— M-mi nombre es Kiki s-señor, lamento estarlos espiando — Makoto sonrió enternecido ante la actitud de la pequeña, era muy formal para tener la edad que tenía.

— No me llames señor, no estoy tan viejo — coloco una mano en su cabeza y la miro a los ojos — Solo no lo vuelvas a hacer, espiar a las personas está mal —

— Mi tía dice que eso nos da dinero y que no importa cuanto hagas sufrir a las personas, si te da fama esta bien, a mi no me gusta pero ella me obliga — Naegi la miro con sorpresa.

— ¿Por eso estabas aquí a estas horas y sola? — La niña negó.

— No señor, salí de casa porque no me gusta estar ahí — Togami la miro por unos segundos, su mirada se suavizo, eso le recordaba a cuando el escapaba en las noches a ver las estrellas, escapar del asqueroso juego de su padre no era posible en el día así que huía en las noches para sentirse tranquilo.

— No deberías salir de casa sola, es peligroso para una mocosa como tú — la niña se sonrojo un poco al escuchar al rubio pero luego sus ojos se iluminaron y mostro su cámara.

— ¡También vine a tomar fotos! Me gusta más posar para las fotos que tomarlas pero desde la academia las estrellas se ven muy bonitas — dio pequeños saltitos en su lugar pero rápidamente se detuvo, escondiendo la cámara tras su espalda y miro el suelo con un semblante triste — Mi tía dice que son tonterías pero a mí me gusta — Los dos chicos se miraron entre sí, si bien Naegi seguía molesto no dejaría que esa vieja bruja le siguiera haciendo daño a la pequeña Kiki.

— ¿Tu tía dice esas cosas? — La rubia asintió — Pues déjame decirte que está equivocada, si a ti te hace feliz entonces hazlo —Los ojos de la niña volvieron a brillar y aquellas orbes carmesí temblaron con emoción.

— ¿Usted cree eso, señor Naegi? —

— ¡Claro que lo creo! Es más... —alzo a la niña entre sus brazos y salió de la cocina siendo seguido por Togami — ...Vamos a tomarnos unas fotos juntos bajo las estrellas — Kiki dio una pequeña carcajada y se aferro del cuello de Makoto mirando a Togami caminar tras de ellos con una cara de molestia, eso la hizo encoger en su lugar, cosa que no paso desapercibida por el castaño quien con disimulo volvió a amenazar con la mirada al rubio.

Al final llegaron a aquel lugar que Naegi usaba para fumar, la pequeña se bajo de los brazos de Makoto para correr hacia Byakuya entregándole su cámara, el rubio se iba a negar pero entre la carita de perro abandonado de la niña y la mirada que le dirigió Makoto diciéndole silenciosamente "Si no le haces caso te dejo sin sexo por un mes" al final cedió tomando el objeto entre sus manos.

El aroma del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora