Makoto observo a su novio alejarse por el largo pasillo de aquel edificio. Dios, necesitaba un cigarrillo ahora mismo o terminaría muriendo de los nervios, cerro su puerta y se metió a la ducha a bañarse, no quería hacer nada ese día pero ya había quedado con Junko para hablar de Hagakure, siendo sinceros nunca pensó que alguien como ella gustase de su mejor amigo. Habían pasado los últimos meses juntos pegados cual garrapatas y podría decir que le conocía bastante bien., salió del baño y se vistió con rapidez, arreglo su cuarto, guardo su desayuno en una bolsa de papel y decidió sacar a Horus a pasear, tomo su paquete de cigarros, la bolsa y se fue rumbo hacia aquel claro.
No le tomo mucho tiempo llegar, se sentó bajo el mismo árbol de siempre y dejo a Horus jugar con la misma mariposa de siempre, encendió aquel cigarrillo y lo poso en sus labios calando del humo que salía de este. Extrañaba estar así de tranquilo, vio su celular y observo que aún era algo temprano, comió su desayuno se encamino un poco más allá de aquel claro, siendo seguido por Horus quien movía la cola con felicidad, aquel pequeño cachorro ahora tenía unos 7 meses y ya no era nada pequeño, ahora era bastante grande y pesado, caminaba felizmente a su lado cargando una ramita en su hocico, ambos caminaban con cautela hacia quien sabe dónde, siendo guiados por su curiosidad y los pétalos de flores de cerezo, llegaron a un gran árbol de sakura blanco balanceándose suavemente al soplar del viento
Makoto abrió los ojos sorprendido, jamás en su vida había visto un árbol de aquel color pero era simplemente mágico, las hojas caían sobre sus hombres y la luz lo del sol iluminaba más aquel árbol haciéndolo brillar pero sin ser molesto a la vista, a los pies de este había un banco que lo llamaba a quedarse sentado a mirar el hermoso ambiente que se posaba frente a él.
No se negó ante aquel deseo sentándose bajo el gran árbol con Horus a sus pies, cerro sus ojos disfrutando el viendo soplar contra su rostro y sin evitarlo saco otro cigarrillo. Fumaba con tranquilidad hasta que escucho la voz de una persona delante de él.
— Nunca me hubiera imaginado que tuviese esos gustos, señor Naegi — El omega abrió los ojos algo sorprendido, pero se relajó al ver a la pequeña fotógrafa frente a él. Horus Paro sus orejas y se acerco a la niña para olerla haciendo que ella soltarla leves risitas y acariciara su blanco pelaje.
— Hay muchas cosas que te sorprenderían de mi pequeña — Dio otra calada a su cigarrillo y volvió la mirada hacia Kiki — ¿Qué haces aquí? Se supone que deberías estar en clases —
La niña se encogió de hombros y se sentó a su lado. El dulce aroma de la rubia inundo su nariz, flor de cerezo y lilas era el aroma de Kiki, sonrió sin poder evitarlo, la pequeña era como el capullo de una flor, si la cuidabas de forma correcta la ayudarías a crecer en tu jardín y florecería como las flores de cerezo en primavera, pero si recibía un mal trato solo la dejarías marchitar en soledad, tristeza y odio. Suspiro acabando su cigarrillo esperando una respuesta de su nueva amiga.
— En esta escuela no solo está la academia, también hay un bloque de secundaria y uno de primaria. Nosotros, los estudiantes de primaria, regresamos a casa todos los días, pero después de entrar a la secundaria se empiezan a quedar aquí. Este árbol queda en el centro de las tres partes, suelo venir aquí cuando las clases no han empezado o el profesor no ha llagado — La pequeña saco su cámara apuntando hacia las hojas que caían con sutileza al suelo y al Perro revolcándose en estas, tomando una foto del momento— Mis clases aun no comienzan, normalmente vengo aquí sola —
El omega castaño se sorprendió al escuchar eso, las clases apenas deberían estar iniciando, eso significa que la rubia apenas debía de haber llegado a la escuela y si eso era así ¿Dónde estaban sus padres?
— ¿Tus padres te traen a la escuela? — Los pies de la niña se balancearon de un lado a otro, sus pequeñas piernas aun no alcanzaban el piso lo que solo lo hacía ver más tierna — No señor, mis padres murieron cuando yo tenía 2 años, mi tía me adoptó, pero nunca me ha traído a la escuela, dice que una mocosa como yo no vale la pena así que me trae el chofer pero nunca me acompaña hasta aquí, me deja a unas cuadras de la escuela—
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El aroma del amor
FanfictionMakoto Naegi, un chico común que no precisa de ninguna habilidad en especial, su vida es tan ordinaria como la tuya o la mía, se podría decir que es inclusive aburrida. Pero gracias a kibougamine eso deja de ser así, en aquella academia a la que sol...