Naegi se encontraba en shock, no sabía que es lo que pasaría si eso fuera una realidad y siendo honesto, aun no terminaba de procesar el hecho de que era un omega, ni siquiera sabía que conllevaba serlo. No les habían dado más información y no habían dado fechas para la próxima conferencia para informarles del tema, estaba asustado, tenía que admitirlo, saber que estaba casi en el piso de la pirámide, ser sumiso no era una idea que le agradara, pero aun así decidió seguir luchando por lo que quería a pesar de sentirse miserable, porque, en el fondo sabía que sería inútil simplemente rendirse y dejarlo todo tirado porque había caído, lo había hecho miles de veces antes pero esta fue la que más lo afecto y aun así decidió seguir luchando, no estaba preparado para que el destino le impusiera una pareja que para rematar parecía odiarle a muerte. Normalmente hubiera dicho que ese rumor era un simple chisme sin sentido, pero ahora no sabía en que creer.
Estaba abrumado.
Quería seguir pensando, pero sintió una mano en su hombro, era Hagakure que se le había adelantado y traía una bolsa de frituras consigo, no se tardó tanto en el baño al parecer, le dio una sonrisa y le ayudo a llevar algunos de los refrescos que traía casi cayéndose de sus brazos. Empezaron una charla trivial, pero sentía que alguien los observaba y a pesar de que giró a ver varias veces, no logro ver a nadie, pero pudo jurar ver un par de destellos azules en las sombras, no le puso atención y siguió su camino directo a la habitación de Asahina, pero claro que las carcajadas no cesaron en todo el camino debido a las locuras y ocurrencias de Hagakure.
Pero todo esto no quedo entre ellos, desde las sombras Togami observaba a la pareja con celos. Ni el mismo sabia porque, pero tenía unas ganas de poner sus manos alrededor del cuello del moreno por estar tan increíblemente cerca del castaño más pequeño, tenía un olor que le atraía con locura, una combinación de lavanda y ámbar que hacía a su mente dar vueltas y que sus sentidos se fijaran en el cuándo se lo encontraba en los pasillos o en la clase de ingeniería mecánica del profesor Kazuichi, donde por cierto se sentaba un asiento atrás junto a Kyoko Kirigiri, su única amiga la verdad, y le irritaba, no, ¡le exasperaba ver a Naegi (porque si, sabia su nombre) junto a esa palmera andante como si fueran los mejores amigos que se conocen de toda la vida! No podía evitar sentirse así, era un impulso, algo que no podía evitar y si no fuera por cierta chica de cabellera blanquecina hubiera gritado revelando su posición, y de paso, viéndose muy raro por estar espiando al pequeño desde las sombras.
-¿Qué crees que haces ahí parado Byakuya?
-No es nada Kyoko, solo quería salir a tomar aire- dijo con un semblate serio y total naturalidad, como si hace unos segundos no estuviera a punto de explotar de los celos.
-Si tan solo le hablaras y dejaras de tratarlo tan mal cuando se acerca a ti, podrías llegar a tener una conversación más tranquila con el- dijo su amiga
Odiaba admitirlo, pero cuando hablaba con él se bloqueaba y no podía soltar más que sonidos de disgusto, siempre lo apartaba y eso era más por decisión propia ya que no necesitaba enamorarse tontamente en su vida, si, le atraía y mucho, pero sabía que una relación conllevaba una gran responsabilidad, una que no estaba dispuesto a tomar, estaba muy ocupado con el negocio familiar y sus relaciones con otras personas eran casi nulas, llevaba toda la semana repitiéndose a si mismo que debía dejar de espiarlo, que estaba mal porque él no era un chico atento ni cariñoso, era todo lo contrario, seco y con un orgullo altísimo, suspiro y miró a su amiga.
-sabes que no puedo hacer eso-
-Entonces, ¿Por qué sigues espiándolo todas las noches?
-Han sido solo dos noches, y sabes muy bien por qué lo hago, solo tengo curiosidad con él y es más por impulso que por otras cosas.
- Igualmente eso no es normal en ti-
-...- Hubo un silencio antes de recibir una respuesta por parte del rubio -es solo curiosidad-
Dicho eso dio media vuelta y regreso a su edificio con Kirigiri a su lado, esa sería una larga noche en la que tendría que pensar en qué demonios hacer con lo que sentía hacia el castaño.
Mientras tanto en la habitación Asahina todos reían mientras miraban ¿dónde están las rubias? (petición de Chihiro) hasta que dieron las doce de la noche, después de eso todos regresaron a su cuarto porque eran altas horas de la noche y no querían problemas, Naegi al entrar a su cuarto fue recibido por una gran bola de pelos blanca, al parecer Horus lo estuvo esperando toda la noche, lo alzo y lo puso sobre su cama. Se quito la ropa y se puso una camisa que le quedaba grande, le daba mucho calor por las noches, pero le incomodaba dormir solo en ropa interior, se recostó en su cama y Horus se acomodó a su lado, empezó a acariciar el pelaje de su perro, pensando en todo lo que había pasado en esa semana, había sido todo de locos ¡y apenas era jueves! Suspiro y miro hacia la nada.
-¿sabes? A veces desearía ser un perro. No tienes que preocuparte de si las personas te tratan bien o mal, quisiera simplemente dormir todo el día y jugar por aquí y por allá. - Horus lo miro con sus orejas levantadas y su cabeza ligeramente ladeada hacia la derecha
-No es tan malo tener algo de compañía después de todo- sonrió con ternura y cerró los ojos para dormir.
A la mañana siguiente despertó y le dio de comer a Horus, se bañó, se puso su ropa y agarro su mochila para irse a la cafetería (no sin antes despedirse de su nuevo compañero de piso) y verse con sus amigos, se sentó al lado de Hagakure y comenzaron a platicar mientras las chicas llegaban, en eso llego Togami con Kirigiri a su lado, ambos formaron fila para comprar su desayuno mientras hablaban de quien sabe que, Naegi por primera vez en la semana ni atención le puso a la presencia de Togami y viceversa, ambos estaban enfrascados en las conversaciones que tenían, por un lado Byakuya había decidido rendirse antes de dar pelea, llego a la conclusión de que aquellos sentimientos le estorbaban. Y en cuanto a Makoto, no quería volver a tener una conversación incomoda con el rubio (si es que a eso se le podía llamar conversación) así que decidió dejar las cosas así por el momento, pero lastimosamente Hagakure no pensaba lo mismo así que tomo a su amigo de mano y lo llevo a la fila del desayuno, Naegi estaba muy incómodo ya que rápidamente capto las intenciones del moreno. Buscaba nerviosamente con su mirada como podría escapar de ahí, pero para su mala suerte lo único que se encontró fue con la gélida mirada azul que parecía querer enterrarlo tres metros bajo tierra, se congelo por un momento, pero mantuvo la mirada firme, no pensaba dejarse intimidar fácilmente por el rubio, no de nuevo.
La tensión era notable, pero se rompió cuando Asahina llego junto a Chihiro, las dos chicas tomaron el puesto en la fila ya que el día anterior fueron los chicos quienes lo hicieron, ajenas a todo lo que estaba pasando simplemente siguieron conversando mientras los chicos les hacían señas de que saldrían a tomar aire un rato, Ambos fueron al lugar oculto entre los árboles y se pusieron a fumar un rato.
-¿sabes? No entiendo que me pasa- dijo el castaño más bajo, soltando una sonrisa sarcástica y sin gracia, le dio una calada a su cigarrillo, aún era inexperto, pero lo hacía mejor que antes – Ni siquiera lo conozco y ya me estoy deprimiendo por él, que idiotez-
-Esta situación nos tiene tensos a todos Naegi- el moreno se acomodó en el tronco de un árbol mientras fumaba al igual que su amigo- solo debemos acoplarnos a la situación, respirar y mirar hacia el futuro, seguir adelante.-
-...-
Seguir adelante, eso es algo que seguro le costaría hacer...
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El aroma del amor
FanficMakoto Naegi, un chico común que no precisa de ninguna habilidad en especial, su vida es tan ordinaria como la tuya o la mía, se podría decir que es inclusive aburrida. Pero gracias a kibougamine eso deja de ser así, en aquella academia a la que sol...