Chihiro jamás se consideró una persona bonita, es mas, sentía que todo lo que usaba le quedaba mal, jamás lo habían invitado a salir y no es como si tuviera algún problema con ello. Es por eso que le extrañaba aquella nota que se encontraba en su escritorio, no era muy larga pero lo citaba para hablar de algo importante en frente de la biblioteca, la cita era después de clases y siendo sinceros se sentía algo nervioso, sabía que era algo romántico por el papel en el que estaba escrito, lleno de corazones y te amo por todos lados, Dioses, no sabia que hacer, no es como si le hubiesen dicho cosas muy bonitas en su infancia y en toda su adolescencia se la pasó apartado de sus compañeros, excepto Asahina, ella era su mejor amiga y la única que realmente sabía que era hombre, suspiro y guardo la nota en su mochila, Miro a Yasuhiro a su lado y le sonrió, Asahina no había podido asistir esa semana porque tenía una competencia y estaba entrenando arduamente, faltaba casi un mes y todos iban a ir a verla, incluso Makoto estaba emocionado por ir, hablando del omega este había hecho un esfuerzo sobrehumano para salir de su habitación y salir con los demás a comer el fin de semana a un restaurante de comida china que había cerca de la escuela "no es mucho pero es trabajo honesto" comentó el chico a sus amigos al regresar a la escuela, les alegraba que poco a poco estaba saliendo de su tristeza. Junto a su amigo recorrió los pasillos de la escuela hacia la habitación del omega castaño, habían quedado en ir a comer con él.
-Oye Chihiro, ¿Qué era esa nota que te dejaron bajo el escritorio?.
La cara del gamma se sonrojo hasta las orejas y empezó a tartamudear sin control- B-bueno, veras n-no es c-como s-si me hubiesen c-citado e-esta tarde p-para algo no ¿c-como se te ocurre Yasuhiro?- una risita nerviosa se escapó de su labios.
-Oh ya veo, así que alguien te quiere ver en la tarde ¿eh?- una sonrisa burlona se instalo rápidamente en su rostro- Joder, como crecen los niños de rápido, un día están programando aplicaciones para la NASA y al otro ya los están invitando a salir- coloco una mano en su frente y se coloco en una pose dramática.
-¡Cállate Yasuhiro! Lo de la NASA solo paso una vez, además probablemente no sea para pedirme una cita.
-Oh entonces me pregunto que habrán querido decir al haber escrito aquel mensaje en esta hoja tan cursi- miró el papel con la nota y puso una cara pensativa, Chihiro se sorprendió al verlo con la nota en sus manos.
-¡D-dámelo tonto!- por mas que saltara no lograba quitarle el papel de las manos al más alto el cual solo puso una mano en su cara y leyó el papel- He estado pensando que me gustaría conocerte un poco mas si tu estas de acuerdo ¿Qué te parece si salimos esta tarde después de clases? estoy seguro de que la pasaras muy bien, vaya, al menos la nota no fue tan cursi como el papel.
-¡Yasuhiro! ¡le diré a Naegi que volviste a intentar cortarle el cabello mientras dormía si no me devuelves esa nota ahora mismo!.
un escalofrió recorrió la espalda del moreno, una vez quiso hacerle una broma a su amigo y le cortó un mechón de cabello, al día siguiente corrió por toda la escuela como alma que lleva el diablo, detrás de él iba el más pequeño con un mechero, no le hacía falta correr, su sola presencia al caminar asustaba lo suficiente, ya sabes, Makoto es de esas personas que no necesitan gritar para dar miedo, irónicamente eso es lo que lo hace aún más tenebroso, al final del día su cabello resultó quemado y tenía un ojo morado a causa de la patada voladora que recibió, ese día les quedo muy en claro a todos que enojar al chico no era buena idea. Sin pensarlo dos veces le devolvió el papel al gamma que sonrió satisfecho y empezó a caminar hacia la habitación de su amigo.
-¿eres una maldita lo sabías?
Fujisaki se encogió de hombros- me lo dicen seguido.
ambos se rieron y siguieron su camino con normalidad sin darse cuenta que un pelirrojo los observaba con ganas de matar al pelo de palmera.
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El aroma del amor
FanfictionMakoto Naegi, un chico común que no precisa de ninguna habilidad en especial, su vida es tan ordinaria como la tuya o la mía, se podría decir que es inclusive aburrida. Pero gracias a kibougamine eso deja de ser así, en aquella academia a la que sol...