El aroma del amor

Capitulo 24 -Café-

Dedicado a Nashiro_Taqueda
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Byakuya no sabía el porqué, pero tenía una enorme necesidad de regresar rápidamente a la escuela. Ya eran al menos las 6 de la tarde, Leon y él no habían podido volver aun debido a la prensa que los había estado acosando desde el incidente en las oficinas de Rosepaper.

Ya no les quedaba mucho para llegar y ambos alfas agradecían de todo corazón que el director hubiese decidido suspender las clases esa semana para calmar la situación que había surgido el día anterior.

Sin más llegaron a su destino y Leon Rápidamente dejo solo al rubio para ir a ver a su Gamma que le había mandado un mensaje para verse en su cuarto.

Suspiró y se dirigió al cuarto de su novio donde apenas entrar lo recibió un Yasuhiro totalmente cansado.

- Te ves fatal -

- No me jodas, Togami - El castaño volteo a mirar al omega que se encontraba metido entre las cobijas usando una de las camisas de Togami, cabe aclarar que Makoto obligo a su mejor amigo a ir a la habitación del rubio para que le trajera una de estas y Hagakure ya cansado de oír las suplicas de su pequeño amigo no tuvo más remedio que aceptar - Asahina se fue hace no mucho y creo que yo me iré a dormir también. Te lo dejo a tu cargo pero si le haces algo de nuevo juro que te asesinare -

Ignorando completamente las palabras del otro alfa Togami entro al cuarto dejando las flores encima del escritorio, seguido de esto fue rápidamente abrazado por su pequeño novio, quien tenía la cara sonrojada y ni lento ni perezoso escalo al heredero hasta poder quedar cara a cara - Te extrañe, Kuya -

El chico de lentes sostuvo a su castaño omega por los muslos para evitar que este se cayera y le dio un dulce beso en los labios a Naegi - Te traje algo - Bajo a Makoto quien reprocho ante la falta de atención de su alfa pero su disgusto desapareció por completo al ver el ramo que el mayor le extendía. Togami desvió la mirada y puso cara de indiferencia, pero por dentro estaba muriendo de una sobredosis de ternura al ver los ojos de Makoto iluminarse al ver el ramo de flores frente a él.

El omega tomo el regalo entre sus manos y con una sonrisa sincera corrió hacia su mesita de noche y tomo un florero que había estado vacío durante los últimos meses, fue al baño y tomo unas cuantas bolsitas que contenían cosas que Togami desconocía. Llenó el florero con agua y le echo el contenido de las bolsas para posteriormente colocar las flores en el agua y dejar el florero en su lugar.

El heredero sonrió al ver a su novio tan feliz, se desabrocho la camisa y se sentó cansado en la cama - Luces cansado - sintió las manos del castaño masajear sus hombros con delicadeza - Gracias por defenderme allí, sé que tu padre no debe estar muy feliz con todo esto y aun así lo hiciste - Byakuya no dijo nada y solo se dejó hacer por el omega -Deberías descansar un poco. iré por algo de café para ti, tu quédate aquí y descansa, cariño. Has tenido un largo día - Makoto beso la mejilla de su novio y se bajó de la cama dispuesto a cambiarse de ropa para ir a por el café de su alfa, después de todo no podía salir con solo la camisa de Togami, más sin embargo fue detenido por el rubio quien lo jalo hacia el apresándolo contra su pecho.

- Prefiero que te quedes aquí otro rato - Naegi levanto su cabeza para mirar a Togami quien aunque seguía con su cara seria podía notar la súplica en su mirada - Claro - Y fue así como ambos jóvenes se recostaron abrazándose el uno al otro sin decir nada más quedando ambos sumidos en un profundo y agradable sueño.

Siendo aquellas camelias y lavandas únicos testigos del amor que se profesaban en aquellos momentos, flores que expresaban el amor que sentía Togami hacia su Naegi, porque para el heredero Makoto era su calma, ese amor puro e inocente que da sin esperar nada a cambio. Para Byakuya, Naegi era su esperanza, era su todo y por eso se enfrentaría a quien sea con tal seguir con él. Porque el rubio era más que consciente que como Makoto no había nadie más, él era como una flor exótica y hermosa que solo se encuentra una vez en la vida. En definitiva, Makoto era el todo de Togami.