¿Destinados? || Luka Couffaine x Oc ||

Capítulo 3

¿De verdad ésta era mi vida? Mejor dicho, ¿De verdad ésta era mi habitación? Esto realmente es impresionante. Eran mis pensamientos al encontrarme en el interior de lo que sería mi habitación de ahora en adelante. Era enorme. Todo básicamente olía a nuevo y se veía reluciente de limpio. Desde una gran biblioteca personal donde se incluían tanto libros, películas y series, y ésta se encontraba en un pequeño segundo piso en mi habitación. Una de las paredes estaba completamente adornada por grandes ventanales. En la habitación podía ver con facilidad los siguientes objetos: una enorme cama, un sofá, una gran televisión, un escritorio con computadora y tres monitores, etc. También podía visualizar a simple vista tanto la puerta que conectaba con mi propio baño, según Nathalie, y las puertas enormes que pertenecían a mi armario.

-Hola hermanita, ¿Qué estas haciendo?

Esa fue la voz de Adrien quien había entrado en mi habitación a la cual tuvo acceso al cruzar las escaleras opuestas que daban a su habitación. Gire de forma leve el rostro para poder ver a mi hermano mellizo, pues eso era lo que éramos.

-Únicamente estoy observando que soy más pequeña que mi propia habitación - Seguí con la mirada a Adrien quien a paso corto se colocaba a mi lado y así simplemente le tuve que mirar por el rabillo de mis ojos.

-¿Intimidada? - En su rostro se mostró una sonrisa burlona a lo que respondí con una leve carcajada.

-Siendo sincera... un poco - Sonreí algo nerviosa a la vez que realizaba un pequeño gesto con los dedos de una de mis manos. Deje de ver a Adrien para volver a poner atención a lo que tenia frente a mi- No han pasado ni un par de días desde que me dieron de alta. El cuerpo médico del hospital me explico todo tipo de cosas respecto a lo que haría mi cuerpo a esta edad junto con una ardua explicación sobre el como podrían ir regresando mis memorias, que tan posible es que llegase a tener episodios de jaquecas, etc. Y justo ahora me encuentro con una enorme habitación con electrodomésticos que solo he visto por la ventana del auto junto a las pocas revistas que logré leer en el hospital... es demasiado.

-¿A caso eso suena a miedo?

La burla en la voz de Adrien se hizo aún mas presente pues se había sumado su tonta mirada a la situación. Con ello, opte por mirarle con los ojos entrecerrados y sin previo aviso le di un suave golpe en uno de sus hombros causando la risa divertida por parte del ojiverde.

-Que lindo hermano tengo- El sarcasmo se hizo notar en mi voz a la par que ponía los ojos en blanco.

-Jajaja eso es obvio, soy modelo- Me dedico un guiño de ojo a lo cual mi reacción fue negar con la cabeza con una sonrisa divertida en el rostro-Por cierto, vengo a recordarte que mañana será tu primer día de escuela- Mencionó mientras llevaba sus manos tras su nuca- Sera divertido- se escucho la ilusión en su voz esta vez.

-¿En serio? ¿Mañana es lunes? - El rubio afirmo con la cabeza - Suena difícil no divertido- Respondí a la vez que analizaba lo que significaba ser la "chica nueva"- Escuche de Nathalie que fue gracias a ti que nuestro padre me dejara asistir al colegio contigo.

-Es lo mejor para ti. Salir y respirar aire fresco es lo que recomendó exclusivamente el doctor Valentine. Acabas de salir de un coma de ocho años, no creo que sea bueno dejarte aquí encerrada como cuando éramos niños- Analizando sus expresiones podía notar algo de tristeza al recordar nuestros viejos años de infancia, pero era obvio que solo buscaba mi bienestar.

-Gracias, Adrien- Agradecí sincera con una sonrisa que deseaba que transmitiera que todo iba a estar bien y dicha sonrisa fue correspondida por una más alegre de su parte.

-Es mi deber darte ánimos, no traerte recuerdos tristes y deprimirte, soy tu hermano después de todo- La tristeza volvió a invadir sus expresiones por un momento, sin embargo, agito rápidamente su cabeza para volver a mostrar la sonrisa alegre que me había dedicado previamente-Como sea, ahora te daré un breve tutorial respecto a toda las máquinas que hay aquí en tu habitación. El primero será este aparato - Se giro sobre su lugar para verme mejor al mismo tiempo que mostraba una caja rectangular en una de sus manos la cual tenía la imagen de un celular a primera vista- Y para finalizar el día haremos un maratón de películas ¿Qué te parece?- Añadió un giño al terminar de explicar el plan para lo que restaba del día.

-Me parecen ideas excelente caballero.

Respondí divertida mientras colocaba mis manos en mis caderas y las carcajadas por parte de ambos no tardaron en relucir al aire. Fue así que junto con Adrien comenzamos los tutoriales que había sugerido en un principio para que después de unas buenas horas nos dispusiéramos a disfrutar de un buen maratón de películas relajados en mi sofá. Ninguno de los dos fuimos conscientes de en que momento nos habíamos quedado dormidos, Adrien tenía recargada su cabeza en la mía y la mía en la suya. La pantalla se había apagado automáticamente ante nuestro descuido. Esto era bastante agradable, estar simplemente así con Adrien era indescriptible. El amanecer empezó a pintar de distintos colores tanto el cielo y paredes de la habitación cuyo efecto colateral fue que tanto Adrien como yo únicamente moviéramos un poco la cabeza buscando una mejor posición para continuar con nuestro profundo sueño, pero una voz interrumpió dicha quietud haciendo que lentamente reaccionáramos.

-Adrien, Claire, levántense.

Esa era la voz de Nathalie quien al parecer estaba de pie frente a nosotros, eso fue lo que logré ver al momento en que comencé a abrir los ojos. No sé si fue al mismo tiempo o el porqué hicimos lo mismo al mismo tiempo pero tanto Adrien como yo nos tallamos los ojos y estiramos a la vez.

-¿Qué hora es?- Cuestionó Adrien mientras bostezaba a gran manera

-7:27 am y contando - Respondió la pelinegra de lentes quien miro primero su reloj de muñeca y después a nosotros.

-¿Cuánto tiempo tenemos, Nathalie? - Ahora pregunte yo imitando la acción de bostezar de mi hermano a la par que movía la cabeza de un lado para el otro para estirar los músculos del cuello.

-33 minutos para prepararse, 30 minutos para que desayunen y 30 minutos para llevarlos al colegio Françoise Dupont- Respondió con facilidad la asistente de papá

-Mmm... vale.

Fue nuestra respuesta conjunta de parte de Adrien y de mi. Mi mellizo se levantó primero para después tenderme una mano en ayuda a levantarme.

-Entonces, nos vemos para desayunar Claire - Acordó Adrien mientras se dirigía a la salida de mi habitación a la vez que seguía bostezando

-De acuerdo, nos vemos en unos minutos - Decía cubriendo mi boca con la palma de una de mis manos a la par que bostezaba nuevamente.

Sin más que con los ojos entre cerrados me dirigí a mi baño personal y con el poco conocimiento que tenía en ese momento comencé a realizar mis necesidades diarias. Realicé mis necesidades sanitarias, me desvestí al tomar un baño en mi regadera, me seque con una de las toallas que tenía a la mano, me cubrí con una bata, deje la ropa cómoda que había traído desde el día de ayer en el cesto de ropa sucia y salí para dirigirme a mi armario.

El agua había logrado despertarme lo suficiente para poder poner atención a lo que seguía en mi rutina. Al abrir el armario me sorprendí del tamaño que era, parecía un cuarto más pero de menor tamaño que mi habitación y baño por separados. Al adentrarme en él pude ver diversas prendas colgadas, desde vestidos hasta faldas a mano derecha, a mano izquierda era un enorme mueble con sandalias, zapatos, botas y tenis, junto con cajones que tendrían en su interior ropa interior diversas para mi edad. En la pared del frente había un tocador con maquillaje, diversos accesorio, diferentes tipo de gorros y sombreros, etc.

-Wow

Fue lo único que pude pronunciar ante tanta ropa y tantas cosas en un mismo lugar.

-Ahora la pregunta es, ¿Qué diablos me pongo? - Susurre con curiosidad para mí misma

...

Continuará

Editado el 25/10/2021