¿Destinados? || Luka Couffaine x Oc ||

Capítulo 167: El deseo correcto... Te amo Luka. Final.

|| Narra Luka ||

- ¿Cómo está Claire?

No dude al preguntar una vez que el doctor Valentine salió de la habitación donde podíamos observar desde afuera como el rostro de la mencionada estaba bastante pálido, sus mejillas apenas tenían color y respiraba con algo de dificultad a través de una mascarilla. El hombre de bata miro hacia el interior de la habitación con algo de tristeza en su rostro, ante ello no  pude evitar sentir un nudo en el estomago. Sentí la mano de Marinette apoyándose encima de mi hombro izquierdo en forma de apoyo, preparándome de escuchar el par médico.

- La verdadera pregunta aquí es, ¿Cómo pudo empeorar tanto de ayer a hoy? - Cuestionó el castaño con un gran pesar en su voz.- Por ahora, la señorita Agreste está estable. Tendremos que esperar a que su cuerpo recupere fuerzas, esperaría que para dentro de un par de horas o mañana ella pudiera recuperar la consciencia. Sin embargo, si llegase a empeorar su condición en esas horas... podríamos enfrentarnos a algo peor.- Sentí como mi sangre se helo ante tales palabras, eso no podía ser cierto...- Ladybug, Viperion, les agradezco que hayan traído de forma inmediata a la señorita Claire.- Nos llamo la atención el doctor quien inclino un poco su cabeza en forma de agradecimiento.- Yo he sido su doctor desde que era niña y aunque no tenemos algún lazo sanguíneo que nos una aprecio a la señorita Claire como si fuera una hija o una sobrina muy cercana a mi. Por lo que pueden estar seguros que haré todo lo que pueda para que ella se recupere- Prometió levantando su rostro para mirarnos a los ojos con toda seguridad a los nuestros.

-Se lo encargamos doctor.- Respondió de forma seria, segura y firme la chica de coletas a mi lado.- Viperion, si quieres puedes quedarte a cuidar de ella.- Mire a la dueña de voz para después mirar a la rubia dentro de la habitación. Negue con la cabeza.

-Ella no querría eso sabiendo que su hermano está peleando solo contra su padre. Estoy seguro que me diría algo como: "Viperion, estoy en el hospital. Así que ve y cumple tu deber como el héroe que eres"- Voltee a ver a Marinette.- Regresemos con Chat Noir. Terminemos con esta batalla.- La chica de coletas asintió con la cabeza.

-Tu adelántate, yo iré por el equipo.- Afirme con la cabeza.

-Le encargamos a Claire, Doctor Valentine.

Pronunciamos ambos al unísono al mismo tiempo que nos dirigíamos a la ventana más cercana de aquel piso del edificio. Esto terminaría el día de hoy.

|| Narra Claire ||

Hace mucho tiempo... Esta oscuridad se había vuelto mi única compañía, pero... cuando desperté... eso cambio. Conocí a personas maravillosas, tengo un hermano genial, un mejor amigo cuyo cabello es mi envidia, un primo al que aprecio mucho, una tía bastante linda, una futura cuñada a la cual tuve que obligar a abrir los ojos si deseaba realmente estar junto a mi hermano, un guarda espaldas junto con un doctor que hacen mejor figura paternal que mi propio padre y un padre que al final ya no sé si deba considerarlo como mi padre. No quiero regresar a esta oscuridad... no aún... aún tengo una cosa que hacer. 

Poco a poco empecé a abrir los ojos, el sonido de la lluvia junto con el sonido que realizaba el monitor de mis signos vitales inundaban la habitación. Parpadee un par de veces para aclarar la borrosa mirada que aún mantenía, lentamente me senté en la camilla para observar la que era mi antigua habitación de hospital buscando al mismo tiempo alguna bolsa con la pijama que no me quite en ningún momento de aquel día. Antes de dar con ella, mis ojos se enfocaron en el reloj de pared que yacía frente a la camilla, 12:15 pm, ya era medio día y ni un rastro de luz solar había; iba a continuar en mi búsqueda de la bolsa con mi ropa cuando logre escuchar gran alboroto fuera de mi habitación, era obvio que la batalla contra mi padre estaba dejando grandes estragos en todo París a tal punto de que dudaría en que el miraculous de Ladybug pudiera corregir todo lo sucedido hasta ahora; di con aquella bolsa de plástico transparente cuando mi rostro había acabado el recorrido de derecha a izquierda, dicha bolsa estaba encima de la mesa de noche de la habitación. Me estiré lo suficiente para tomar la bolsa que coloque en mi regazo e inmediatamente la desanude adentrando mis manos a su interior buscando la bolsa delantera del pantalón donde se encontraba mi miraculous resguardado. Al tener nuevamente aquel brazalete en mis manos no pude evitar mirarle con tristeza.