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NingNing y YangYang se encontraban en un exclusivo restaurant de la zona, NingNing lo llevó hacia su lugar favorito, no porque ella quisiera, sino porque quedaba cerca al gimnasio, y ella quería evitar alejarse tanto con él, porque ciertamente, aún tenía sus dudas.

—De acuerdo, déjame procesarlo. Dices que Yukhei me ofreció como tributo en recompensa por ayudar a Yuqi en una peligrosa situación con su acosador.

—Ajá. – respondió YangYang mientras degustaba la comida.

—Bien, digamos que... debería ofenderme y darle unas cuantas patadas a Yukhei hasta que se quede sin descendencia, pero ya que esta apresurada decisión salvó a mi amiga, y tú también, voy a hacer el sacrificio. Consideraremos esto como una salida, es el trato ¿no?

—Si quedo satisfecho con esta salida, ten por seguro que vendrán más, muñeca.

—Mi nombre es NingNing, idiota – le señaló con el palillo. —Y no te confundas, estoy haciendo esto por gratitud o compromiso como quieras llamarlo. Yo jamás aceptaría una cita contigo voluntariamente.

—Oye, no tienes por qué ser tan dura conmigo. Siento que me odias y no es justo porque no he hecho nada para merecerlo.

NingNing soltó un bufido.

—Prácticamente me has secuestrado, has tomado lo que has querido aprovechándote de tu fuerza como hombre, estoy aquí, pretendiendo que no me vas a clavar esa mariposa en el cuello, manejando mis nervios porque no sé si eres un asesino por momentos y un héroe en otros.

—Si quieres puedo-

—Para Yuqi serás alguien de confianza, se conocen de años, pero en cuanto a nosotros, nuestra primera impresión no fue la mejor. Y discúlpame si sueno arrogante, pero vienes de barrios bajos, te juntas con maleantes, ¿No es lógico que te tenga miedo?

—No te he hecho nada. Y que yo recuerde, te acabo de salvar de un idiota que pretendía forzarte.

NingNing le sonrió sarcástica.

—Honestamente, no veo la diferencia entre tú y Gui. O bueno, sí. Él tiene dinero y tú no.

YangYang apretó los puños y la miró seriamente.

—No te atrevas a compararme con él. Yo soy yo. Y el que tenga dinero no lo hace mejor persona.

—En eso estoy de acuerdo. – dijo NingNing relajando su expresión levemente —Las buenas personas no se definen por su clase social. Así como hay personas como Gui, también hay chicos honestos y amables con dinero. En tu caso, eres un pobre delincuente encubierto, pero tranquilo, sé que hay pobres que no necesitan vivir de la delincuencia para sobrevivir.

—Eres muy buena con las palabras, muñeca. Créeme que, sino fueras mujer y me gustaras, ya hubiese hecho un lindo recuerdo en tu cara.

NingNing le sonrió de la misma forma, clavando con fuerza los palillos en su plato.

—Joven YangYang, lamento decirle que lo que siente por mí, no es gusto, es capricho. Y como te gusta los retos y yo soy una chica difícil, entonces te empecinaste en seguirme y arrastrarme contigo en tu mierda de "encantamiento". Pues déjame decirte que gastas energía en vano, no soy para ti y tú tampoco lo eres para mí. Cortemos esto por la paz de una vez y así nos ahorraremos muchos disgustos y demandas en un futuro.

YangYang estaba tratando de controlar sus impulsos, su mano izquierda empezó a temblar ligeramente, pero la ocultó poniéndola en el asiento.

—Pensé que en nuestra primera cita no hablaríamos de temas personales, pero ya que me dejaste en claro que no habrá más, tendrás que aguantar escucharme.

Bonne Chance [Luqi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora