Bonne Chance [Luqi]

19

Doyeon observaba a Yuqi respirar pausadamente, parecía querer luchar por sobrevivir, por volver a ver la luz del sol y darle felicidad a todos sus seres queridos. Los latidos de su corazón empezaban a subir lenta pero constantemente, su respiración igual, incluso movió un par de dedos ante el sonido de voces, pero todos estos avances no fueron reportados a las enfermeras por Doyeon, ella siempre alegaba que cada vez veía en peores condiciones a su hermana, no quería verla vivir, era mejor que descansase eternamente.

—¿Por qué incluso en estas circunstancias eres la mejor? – levantó su mano para acariciarle la mejilla. —Eres tan optimista hermanita, pero créeme que me harás un favor si te vas pronto, me darías muchos beneficios. – sonrió. —¿Podrías hacer eso por tu hermana mayor, uhm?

Yuqi respiró más profundamente, Doyeon sacó del interior de su bolso una jeringa cargada con morfina y oxicodona, fármacos altamente riesgosos si se combinaban. Doyeon había visto suficientes veces a las enfermeras aplicarles sus medicinas a Yuqi por la vena, y se había informado sobre cuales serían sus dosis letales, así que tomó unas cuantas ampollas en secreto y lo preparó.

Pero cuando iba a administrarle, se escucha el sonido de la puerta abriéndose, Doyeon rápidamente oculta la jeringa.

—Oh, ¿estás aquí? – era Yukhei.

—Yukhei-sshi, la verdad es que mi hermana ha estado muy quieta toda la noche, parece que cada vez las esperanzas son menores.

Yukhei se sentó al lado de Yuqi y tomó su fría mano para besarle el dorso.

—Ella es fuerte, sé que luchará incluso en estos momentos, ¿Verdad, Yuqi?

Como respuesta ante el estímulo, Yuqi envolvió con sus dedos la palma de la mano de Yukhei, esto hizo que él abriera los ojos de sorpresa.

—¿Yuqi? ¿Me estás escuchando?

Yuqi frunció el ceño en respuesta, Yukhei sonrió ampliamente y llamó a los doctores rápidamente. Luego de unos minutos de evaluación, Yuqi había recuperado la conciencia, pero aún permanecía sedada por los medicamentos, el corazón de Yukhei latía con emoción pues su adorada novia estaba volviendo a la vida, nuevamente.

—Que extraño que haya reaccionado, porque la noche anterior incluso tuvo un pequeño infarto. – inventó Doyeon cruzada de brazos.

Pero Yukhei pareció no prestarle atención, sus ojos solo estaban enfocados en su novia.

—Puede irse a descansar, Doyeon-sshi, me encargaré de cuidarla.

—¿Qué? Pero no es molestia, en serio, puedo quedarme a cuidarla. – replicó.

—No. Lo haré yo. Nada es más importante ahora que la salud de mi leoncita.

Doyeon se dio la media vuelta ofuscada, y salió de allí, justo cuando pensaba bajar por el ascensor, se da cuenta que Kun está parado más allá, con un vaso de café y mirando su celular, claro, era lógico, era el guardaespaldas y tutor de Yukhei. Dispuesta a aminorar su malestar, camina hacia él con la mejor sonrisa y se planta a su lado.

—Kun-sshi, mi corazón está más tranquilo ahora, mi hermana parece dar signos de vida. ¡Que felicidad!

Lo abrazó con efusividad que, por un segundo tomó por sorpresa al guardaespaldas de Yukhei, quien gentilmente trató de separarla, pero ella parecía aferrarse a este motivo de "felicidad".

—¿Kun-sshi? ¿Quién es ella?

Una tercera voz se unió a ellos, era Shuhua, quien veía la escena con sorpresa nada grata, pensó por un momento que era su novia, pero ¿Aún si era normal que Kun tuviera novia, por qué le dolía el corazón ante esta idea?