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Yukhei caminaba de un lado a otro en su oficina, mientras XuKun lo miraba de brazos cruzados con expresión aburrida.

—No sé qué tanto piensas, las pruebas están frente a tus ojos. Que eres un idiota como para no verlo, es otra cosa.

—No es que me niegue a ver lo evidente, o bueno, según tú, "lo evidente". – dijo cansadamente.

—Es que eres lento, no sé por qué no piensas mejor las cosas, esa chica no es cualquiera, tiene muchas características que prueban de que es Doyeon. Y tenemos que actuar lo más pronto posible porque ya vio a Yuqi.

Yukhei detuvo sus pasos para verlo.

—¿Ya la vio? ¿Pero cómo...?

XuKun resopló y se acercó unos pasos a él.

—Fue casualidad, Yuqi solo vino a entregar unos papeles y ella la reconoció. ¿Quién otra sería que su hermana? Según Yuqi la miraba como si hubiese visto al diablo en persona.

—Mierda, esto se complicó. Entonces, ¿Qué sugieres, XuKun?

XuKun le sonríe falsamente.

—Pues que más, invitarla a tomar un café y decirle que confiese todos sus crímenes. – le da un zape. —¡Claro que no! Tenemos que preparar una emboscada y lastimosamente, Yuqi es la mejor carnada para esto.

—No voy a arriesgarla a...

—Oh, por Dios, cállate. Escúchame primero, esto es lo que haremos.

Yuqi ingresaba a una habitación que había sido reservada por Yukhei, suspiró profundo y elevó la mirada. Ahí la esperaba Kaori, sentada en el sillón, quien al verla se puso de pie.

—Hola YuYing. ¿Por qué no te quitas la mascarilla de una vez? Dijiste que tenías que hablar algo importante conmigo, me gustaría ver tu cara.

—A mí también me gustaría ver tu verdadera cara.

Yuqi ni siquiera planeaba decirle esto, simplemente las palabras salieron solas de su boca. ¿Era algo inconsciente? Al parecer esto tocó de alguna forma a Kaori porque su expresión suave cambió a una dura y desafiante.

—¿Disculpa? Me parece que acabas de acusarme de algo.

—Lo siento.

—Es muy tarde para redimirse. Acepta lo que dijiste y dime por qué me acusas de algo como eso.

—Solo olvídalo, no... tuve un buen día.

—Ah, entonces debo ser yo quien aguante tus malos tratos porque has tenido un mal día. ¿Por qué mejor nos ahorramos las indirectas y hablamos claramente? ¿Por qué no dices en realidad quién eres y yo te digo quién soy? – sonrió satisfecha. —Me parece un trato justo.

—...

—Está bien, parece que pretendes actuar tímida o hacerte la desentendida. Entonces empezaré yo. – hizo una pausa. —Hace mucho tiempo tuve una hermana, lastimosamente murió atropellada, pero el luto me duró poco, ella... siempre obtuvo lo que quiso a costa de vivir de las personas, nunca sufrió para conseguir lo que quería, parecía que la vida le sonreía solo a ella y a mi no.

Yuqi la miró atentamente en silencio.

—Año tras año, me esforcé por hacerme notar, pero parecía que mamá solo tenía ojos para ella. Se llamaba Yuqi, Song Yuqi, y bajo esa apariencia de chica buena, solo se escondía un alma interesada por escalar alto a cualquier precio, dejó que me humillaran delante de la empresa del padre de su novio, ella disfrutaba de mi sufrimiento.

Bonne Chance [Luqi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora