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El mar del sur estaba más refrescante que nunca, te invitaba a hundirte en sus aguas y pasar una agradable velada entre amigos, familiares o parejas. Para estos siete jóvenes, estaba siendo una estadía agradable, Wonyoung nunca se imaginó estar compartiendo su casa con "amigos" luego de mucho tiempo, desde la escuela primaria para ser más específicos, en el que sus talentos y habilidades empezaron a notarse y su padre empezó a meter presión sobre ella, alejándola así, poco a poco de sus amistades.

Yukhei fue como un salvador para ella, lo consideró un amigo desde los trece años, cuatro años de amistad que se fueron fortaleciendo conforme pasaban los años, ella pensaba que se convertiría en su novio, pero entonces conoció a... ese hombre, y las cosas tomaron otro rumbo. A pesar de eso, Yukhei no la dejó sola cuando el mundo de Wonyoung se venía abajo, la abrazó y la comprendió. Ella quiso olvidar su antiguo amor intentando empezar algo serio con Yukhei, pero la negativa de su amigo le hizo entender que el amor no nace de la fuerza, al final, se rindió, solo cuando vio el brillo y la felicidad en los ojos de su amigo cuando conoció a Yuqi.

Ahora, mirando a las tres parejas alrededor suyo, se dio cuenta de que siempre había estado sola, y que gracias a la amistad que tenía con Yukhei, ahora tenía cinco personas a las que podía llamar "cercanas a ella".

—Wonyoung-sshi, coma un poco de carne. – dijo Kun acercándole un poco a su plato. —Su padre también me dijo que cuidara de usted de paso.

Wonyoung soltó una risa y negó con la cabeza.

—Gracias, Kun-sshi. Pero, ¿Qué podría pasarme en mi propia casa?

—Wonyoung-sshi, yo quería agradecerle. Por ayudar al joven amo a cubrir su relación con Yuqi en la escuela.

—No hay por qué agradecer, yo trato bien a quien lo hace conmigo. Por cierto, Kun-sshi ¿puedo hablar con usted un momento? Es sobre algo curioso que pasó hace unos días antes de la muerte del señor, dueño del café donde Yuqi trabajaba.

Los ojos de Kun la miraron agudamente.

—Por favor. – hizo un ademán con sus manos. —La sigo.

Kun y Wonyoung se fueron más allá, pero aún a la vista de todos, que estaban sentados en una mesa circular, compartiendo una parrilla nocturna. Shuhua miró de reojo a donde se iban ambos, preguntándose que tendrían que hablar para alejarse de del grupo.

—Hey, Shuhua, tranquila. Wonyoung no se lo va a comer, a ella le gustan los tatuados. – comentó YangYang burlonamente a lo que NingNing le pisó el pie. —¡Ay! Oye ¿eso por qué fue?

—Come, cariño. Piensas mejor con la boca llena. – le sonrió NingNing embutiéndole comida a la boca.

Yuqi le sonrió a Shuhua.

—Probablemente tengan que hablar algo relacionado a la escuela o a mi novio. – dijo Yuqi.

—Entonces debería decírmelo directamente. – opinó Yukhei abrazado a Yuqi. – Pero estoy tan cómodo aquí, ya Kun me lo dirá más tarde.

—Eres un bebé gigante. – le dijo Yuqi acariciando sus cabellos. –

Shuhua dejó sus pensamientos de lado y se dedicó a tomar algunas copas de vino sin mucho licor. Unas horas después cada uno estaba en su respectiva habitación, pero Shuhua no podía dormir, no sabía si la carne le había sentado mal o el licor, así que bajó a la cocina y quiso prepararse un té, una vez que estuvo listo, se sentó en uno de los sofás de la sala, con vista al mar, era una vista tranquila y se sintió un poco mejor.

—¿Shuhua? ¿Qué haces aquí? ¿No puedes dormir? – la voz de Kun la distrajo de sus pensamientos.-

—¿Qué está haciendo aquí?

Bonne Chance [Luqi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora