Bonne Chance [Luqi]

24

Yuqi llegó a Shanghái más emocionada que nunca, quería mostrarle la medalla que se había ganado a su madre, pero al entrar a casa, solo pudo encontrar un lugar muy diferente al que dejó hace unos meses. Se veía un poco más limpia y ordenada, su hermana, Doyeon, sale de una de las habitaciones con un balde para fregar pisos, al parecer estaba haciendo limpieza.

—Ahh, hola. Doyeon, ¿Dónde está mamá?

—No está en casa. – contestó ella sin dejar de hacer sus labores.

—¿No está?

—Yuqi, sabes perfectamente que el trabajo de mamá es impredecible, seguramente está en una de sus largos viajes acostándose con algún mafioso, yo que sé.

—Lo sé, pero...ah, olvídalo. ¿Quieres que te ayude en algo? ¿Por qué estás limpiando?

—Que te importa. Solo vete por donde entraste.

La sonrisa de Yuqi flaqueó por un segundo.

—Quería compartir mi triunfo con ustedes, e invitarlas a almorzar, como familia.

—Yuqi, nosotras dejamos de ser familia desde que decidiste largarte con el señor Wong, está bien, en nuestra condición hasta yo me vendería a un narco con tal de salir de esta miseria. Pero ya, no vengas aquí con tu hipocresía a ser la buena hermana.

—Pero-

—No me interesa tus triunfos o lo que sea que tenga que ver contigo ¿okay?

—Doyeon, ¿Por qué siento que ha llegado un punto en que es inevitable pensar que me odias? ¿Qué hice para merecerlo?

Doyeon fue hacia el fregadero donde arrojó el agua sucia, luego volvió a limpiar el piso. Yuqi notó que su habitación estaba abierta y sus cosas, las pocas que quedaban, estaban embolsadas en bolsas de basura.

—Doyeon, ¿Por qué sacaste mis cosas de mi cuarto?

—En primera, este ya no es tu cuarto desde que decidiste irte, y segundo, ¿Crees que esta casa se mantiene sola? No puedo esperar a que mamá regrese a pagar las facturas, la estoy limpiando porque planeo ponerla en venta, y con ese dinero irme a otro sitio más cómodo que esta pocilga.

—¿Qué? Pero mamá...

—Ya verá ella si quiere quedarse en mi departamento, y no pongas esa cara de preocupación, tú tienes ducha y agua caliente que te espera en una mansión. No eres como yo, que se las busca para salir adelante sola.

Yuqi miró alrededor del lugar, en verdad extrañaría los cinco años que estuvo aquí, pero luego de su graduación, tal vez tome alguna residencia universitaria con su beca para no pagar un departamento, y ya no necesitaría volver aquí, de todos modos, ¿por qué su hermana nunca le consultaba nada?

—Siendo de ese modo, solo vine a festejar mi triunfo con mi familia, pero ya que mamá no está... ¿Por qué no salimos las dos a comer? Podemos ponernos al día, ir de compras como dos hermanas. – le ofreció.

Doyeon soltó una risa.

—Oye, creo que te diste un golpe en la cabeza otra vez, porque es la única razón por la que actuarias así. ¿No entiendes que no quiero nada contigo? No necesito tu lástima, no necesito una hermana para salir adelante, no necesito que hagas mi vida más miserable, Song Yuqi.

—¿Ni siquiera quieres verme?

—¡No! Tu sola presencia me da escalofríos. Nadie te extrañará aquí, ni mamá, porque ella solo está bien contigo porque le das dinero. ¡Vete! – le lanzó una esponja sucia que estaba por el suelo. –