Capítulo 28

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Narra Jace

En serio me hizo bien hablar con Jade sobre esto, además de yo tener miedo a estar enamorándome de ella, tenía miedo que ella ni siquiera esté pensando en eso o, mucho peor, que hablarlo la alejara. Pero no fue así, ella me dijo que le pasó exactamente lo mismo.

Después de esa charla fuimos a jugar un rato por el arcade y creo que ella no solo gana en las discusiones.

-Wow, rubio, en serio eres malo para jugar- me dijo riendo mientras caminábamos por el arcade para volver al punto de encuentro.

-No es mi culpa- le dije quejándome- Me distraigo.

-¿Con qué?- me preguntó.

-Contigo- le respondí lo más coqueto que pude y me paré enfrente de ella.

-Bueno… en ese caso- dijo y se me empezó a acercar.

Iba a besarla pero ella se movió muy bruscamente y me mostró que en la mano tenía las llaves de mi auto que me sacó del bolsillo.

-¿Lo ves? Eres muy malo para esto- me dijo entre risas- Tienes que estar atento a todo.

También me reí.

-Damelas- le dije extendiendo mi mano.

-Mmm…no lo sé.

Me acerqué hacia ella y ella se dió vuelta riéndose. Yo empecé a casi abrazarla por atrás para tratar de agarrar mi llave.

También empecé a reírme y ya no quería agarrar mi llave, solo la abracé por la cintura y empecé a darle seguidos besos en la mejilla.

Nos reímos tanto que nos caímos al piso. Nos miramos y simplemente sonreímos.

-Ten- me dijo dándome la llave.

Yo la agarré, me levanté del piso y extendí una mano para que Jade se levantara. Ella la agarró y se levantó.

-¿Quieres ir?- me preguntó Jade señalando una cabina de fotos.

-Vamos- le contesté sonriendo y la abracé por el hombro.

-Vamos- le contesté sonriendo y la abracé por el hombro

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-¿Nos quedamos dos cada uno?- preguntó ella.

-Por lo mucho que quiera, quédatelas tu- respondió- Soy malísimo guardando cosas, pierdo todo todo el tiempo y en serio no quiero perder esto.

Ella se rió.

-Ok, pero también quiero que las tengas. Dame tu celular.

Lo saqué de mi bolsillo, se lo di y ella sacó una foto de toda la tira.

-Listo- me dijo devolviéndome el teléfono.

-Gracias- le dije sonriendo- Me encantan las cuatro.

-A mí igual.

Estábamos por llegar a la mesa donde nos habíamos sentado antes, pero algo llamó nuestra atención. Melanie y Tom estaban besándose muy apasionadamente entre medio de dos juegos.

Ambos nos miramos y reímos en silencio.

Una vez que llegamos todos a la mesa salimos afuera directamente, ya era de noche.

Las chicas se despidieron de los chicos y Jade se acercó a mí.

-Voy por unas cosas al hotel y luego voy para tu casa, ¿si?- me dijo de una manera dulce- Además, quiero saber qué pasó con Mel y Tom- agregó y se rió.

-Yo paso por ti a eso de las nueve- le dije con una sonrisa- Y yo también averiguaré eso.

-Perfecto, entonces- me dió un beso en la mejilla- Te espero, rubio- dijo guiñándome un ojo y se alejó con sus amigas.

Narra Jade

Una vez que llegamos al hotel, yo agarré la mochila con la que vine a Los Ángeles. Solo puse mi pijama, cepillo de dientes, una manteca de cacao, un perfume y mi celular.

-No olvides los condondes- me dijo Mel divertida.

Era la oportunidad perfecta.

-Guardalos para ti- le contesté y ella me miró confundida- Jace y yo te vimos mientras te comías a Tom en el arcade.

Ronnie y Alice la miraron sorprendidas y Mel estaba roja.

-¿Besaste a Tom?- le preguntó Ronnie.
-Bueno… si- contestó nerviosa.
-¡MELANIE!- grito Alice- ¡Eso es!
-Cuentanos- le dije.
-Solo estábamos jugando y…- estaba súper nerviosa- Empezó a acercarse y me besó, pero le dije de ir a un lugar más privado, así que nos corrimos y bueno… seguimos besándonos.

Las tres nos quedamos boquiabiertas, ella no era así, Tom realmente debería gustarle.

-Bueno, ¿y tú y Sean?- le pregunté a Ronnie.
-Si que raro que no pasó nada aun- comento Mel- Tu eres rápida.
-Bueno… casi nos besamos pero siempre hay que hacerlos querer más.
-Bésalo de una vez- le contestó Alice.

Nos quedamos hablando un rato sobre todo lo que nos estaba pasando con los chicos hasta que tocaron la puerta.

Narra Jace

La puerta se abrió y apareció Jade.

-Hola- le dije y le di un beso en la mejilla.

-Hola de nuevo, rubio- me contestó con una sonrisa. Jamás me iba a hartar de que me dijera "rubio".

-Adiós, chicas- dijo Jade mirando hacia adentro de la habitación.

-Adiós, Señor y Señora Norman- dijo Alice y las chicas se rieron.

Jade cerró la puerta y empezamos a caminar por el pasillo.

-No sonó tan mal, ¿no?- comenté riendo.

-¿El " Señor y Señora Norman"?

Yo asentí.

-Honestamente, no- dijo seria y la miré algo decepcionado. Ella se dió cuenta- No te lo tomes por ese lado. Es que escucharlo ya me tiene harta por mi hermana. Ella siempre decía que era la Señora Norman y es raro que ahora eso lo refieran para mí.

Yo me reí y escuché que el teléfono de Jade sonaba. Ella agarró el teléfono y me miró.

-¿Te molesta?

-No, claro que no- le respondí.

En ese momento entramos al ascensor y ella contestó el teléfono.

-Hola, raro- dijo, ¿Será Howard?- Solo paseamos por Los Ángeles, fuimos a un arcade, tomamos algo- Y estuviste conmigo y me dijiste que quizás estabas enamorada de mi. Definitivamente era Howard- Si, estuve con él y sus amigos- ¿Le hablaba de mi? En serio le habló de mi. Esto tiene que significar que ya no siente nada por él- Gracias y también te extraño... Te quiero más- O quizás no- Adiós.

Cortó y guardó su celular. El ascensor se abrió y fuimos caminando hasta el auto.

-Lo lamento, no sabía que Howard llamaría- me dijo.

-No hay problema- le dije- Así que ya le contaste de mi- agregué con una sonrisa.

-Las chicas subieron algunas historias con los chicos y él las vio, supongo que suposo que estarías ahí cerca- me contestó- Pero si, le hablé de ti, desde que mi hermana empezó a buscar en qué hotel de Hawaii estabas.

Me reí y llegamos al auto. Ambos nos subimos.

-¿O sea que le contaste que somos algo?- le pregunté mientras arrancaba. Si me contestaba que si iba a ser la prueba definitiva que no sentía nada por él.

-No, no me gusta contar esas cosas por teléfono, pero sí le dije que le contaría todo cuando volviera.

Yo solo asentí. Ella claramente no sentía nada por él, sino nunca le contaría de lo nuestro. Como dijo Tom: "Si no oculta nada, no hay nada que ocultar".

Una semana para enamorarse 💘 (Jace Norman y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora