Una semana para enamorarse 💘 (Jace Norman y tú)

Capítulo 39

Narra Jace

Miraba cada cinco segundos el tablero del auto para saber la hora. Iba lo más rápido que podía pero era casi imposible llegar a tiempo. Ni siquiera les expliqué a los chicos, solo agarré las llaves del auto y me fui.

No vas llegar. Si voy a llegar. Ya la perdiste. No, no es cierto. Aunque llegues no querrá escucharte. Tienes razón. ¿Dónde está la confianza? No pienses negativo. Cierra la boca.

Solo me contestaba a mi mismo en mi cabeza con todas las opciones posibles. Necesitaba varios puntos de vista.

Finalmente llegué al aeropuerto y cuando entré me fijé en la pantalla donde están todos los vuelos.

-Nueva York, Nueva York, Nueva York, Nueva York- repetía en voz baja- NUEVA YORK- grité encontrandolo en los vuelos que aún no había salido, pero dirigí mi vista a los detalles del vuelo y me desesperé- Abordando, mierda.

Memoricé el número de la puerta y corrí hasta ella. Convencí a los de seguridad que era un familiar de alguien que iba a tomar un vuelo y me dejaron pasar hasta donde estaban las puertas.

Llegué a dónde estaba el vuelo que tomaría Jade y ví que casi no había nadie, claramente no ví a Jade ni a sus amigas. Me preocupé aún más y corrí hasta la puerta pero el tipo que estaba ahí tomando los pasajes me detuvo con el brazo.

-¿A dónde crees que vas, muchacho?- me preguntó.

-No, no lo entiende, tengo que hablar con alguien, es urgente- le respondí rápido desesperado.

-¿Ah sí?- me preguntó burlón, claro que no me creía.

-No, no, no, por favor- rogué.

-No entorpezcan a los demás y…

-¡Jade!- grité lanzándome de nuevo a la puerta y el tipo volvió a detenerme- ¡JADE, JADE, POR FAVOR!- grité más fuerte.

-Suficiente, si no te vas en este instante de aquí, llamaré a la policía para que te expulsen del aeropuerto- me advirtió el guardia serio.

Miré a la puerta una vez más son decir nada y al no ver rastros de ella, me alejé del guardia y de la fila que había con personas y me quedé de espaldas a la puerta, no quería ver el avión irse. Todos estaban mirándome y murmurando cosas, pero era lo que menos me importaba.

Vi a unas chicas mirándome a lo lejos, realmente quería que no sean fans, porque si venían a pedirme algo las mandaría a la mierda y no quería eso. Por suerte, se alejaron.

Ya está, la perdí, ahora nunca podremos resolver esto como se debe. Cada uno se iba a quedar con la peor idea del otro para siempre. Pensaba que podía hacer, pero no había nada.

-¿Realmente tenías que hacer el típico cliché de película romántica en la que el chico va a buscar a la chica al aeropuerto en el último segundo?- preguntó una voz detrás de mí.

Me quedé de espaldas un segundo más porque no podía creerlo. Voltié y la ví con las manos en sus caderas.

Me quedé donde estaba asimilando que ella me había escuchado y que había vuelto. No esperé más, corrí hacia ella y la abracé.

-Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento- repetía sin parar.

Sentí que me devolvió el abrazo.

-También lo siento, rubio- la escuché decir sincera y algo triste.

Me separé del abrazo, pero me quedé cerca.

-No tienes que disculparte por nada- le dije.

-Si, si tengo- me respondió- Debí haber sido honesta contigo con respecto a Howard y disculparme cuando debía, en serio estuve mal, estuve peor que tu- me explicó- Una cosa es un estúpido regalo y otra cosa es un sentimiento.