Una semana para enamorarse 💘 (Jace Norman y tú)

Capítulo 32

Narra Jade

Una vez que me levanté, me puse unos shorts algo rotos, un top gris con la palabra "cool" escrita en negro y mis Vans. Después pedí un taxi y me fui a la casa de Jace.

Cuando llegué, toqué la puerta y segundos después él la abrió.

-Hola- me dijo muy normal como si él no estuviera cubierto por solo una toalla, sin camisa y con el pelo mojado.

-Hola- le dije intentando sonar lo menos nerviosa posible.

-Pasa- me dijo como si fuera raro que no hubiera pasado.

Yo reaccioné rápido porque estaba en una especie de transe. Él cerró la puerta y me dió un corto beso en los labios.

-¿Estás bien?- me preguntó- Te noto rara.

-Si, claro, todo está bien- le respondí rápido y mordí mi labio inferior inconscientemente.

Dios, ¿por qué tiene que ser tan sexy?

Él se rió, se me acercó y puso sus manos en mi cintura.

Una parte de mi quería alejarse y otra quería estar aún más cerca. Nunca ví a un chico así, en esta situacion, ni siquiera a Howard.

-¿Te incomodo así?- me preguntó. No sé si lo pregunto de una manera sexy pero yo lo sentí así.

Negué con la cabeza y en serio intentaba mirarlo a los ojos, pero no podía, quería mirar todo menos sus ojos. Quería besarlo y acariciarlo pero eso terminaría en algo que no sé si quiero hacer.

-¿Estás haciendo esto a propósito?- le pregunté intentando sonar desafiante.

-Ni siquiera sabía a qué hora vendrías- me respondió riendo y sacando las manos de mi cintura. No quería que hiciera eso.

-¿Y si venía y estabas en la ducha?

-Eso hubiera sido demasiada suerte- me respondió y yo lo miré confundida- Quizás seguía en pie la oferta que me hiciste el otro día y podías unirte- me explicó con una sonrisa.

Otra vez mordí mi labio, pero antes de dejarlo de morder, Jace se me acercó y me besó. Mis labios se acomodaron a los de él. Me desarmé, todo el nerviosismo que había estado sintiendo se fue. Jace puso una mano detrás de mí cuello y mis hormonas hicieron que tocara su abdomen y su piel tan suave.

Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo lo separé empujándolo levemente y alejé mis manos lo más posible de su cuerpo.

-Ve a cambiarte- le dije casi en una orden. No podía aguantar más.

Él se rió.

-Admite que te incomoda y lo haré.

-Es que no me incomoda, me provoca- le confesé.

Ahora era él el que se mordía el labio.

-Quizás quiero provocarte- me dijo esta vez si de una manera sexy acercándose otra vez.

-O te vas a cambiar o me voy de tu casa, tu decisión- le respondí y amagué a irme.

-Ya voy- dijo agarrándome del brazo y luego se fue al baño.

Yo di un suspiro de alivio y me senté en el sillón. Muy poco tiempo después Jace volvió vestido y se sentó a mi lado.

-Debería vengarme, ¿sabes?- comenté.

-Por favor no te pongas algo que me provoque o me obligues a besarte de una manera especial. Haré lo que quieras- dijo sarcástico.

-No era lo que tenía en mente, no soy estúpida.

Él se rió.

-Perdón, en serio no sabía que vendrías a esa hora- me dijo sincero.

-Si, si, bueno. Regla número 10: Jade siempre se venga cuando es necesario- le dije y él se rió- Así que cuida tu espalda, rubio.

Hubo una pausa y lo ví algo nervioso.

-Bueno, para hoy te tengo una propuesta, pero es una locura- me dijo serio pero yo me reí.

-Me gusta la locura, pero me estás asustando.

Sip, me estás asustando porque desde que llegué tengo los nervios de punta y esto no está ayudando.

-Espera aquí- me dijo y fue a su habitación.

Volvió pocos segundos después con las manos en la espalda.

-¿Quieres ser mi novia hasta que te vayas?- me preguntó y me mostró que detrás de él había una rosa de plástico.

Mi corazón latía fuertísimo, estaba confundida, emocionada. Me pareció la cosa más tierna del mundo.

-Traté de ser lo menos romántico posible.

Yo me reí y me acerqué a él.

-Si quiero- le dije agarrando la rosa.

Él me sonrió, me abrazó y luego se separó un poco para besarme.

-La rosa tiene una tarjeta- me dijo.

Yo la busqué y la leí en voz alta.

-"De: Tu rubio favorito. Para: Mi fan número 1".

Yo me reí.

-Te tomaste muy en serio lo del lado tierno- le dije y mordí mi labio.

-Y tu te tomaste nada en serio lo de no querer volver a verme.