Una semana para enamorarse 💘 (Jace Norman y tú)

Capítulo 35

Narra Jade

Una vez que llegamos a la casa de Jace, yo aún me sentía algo mal por lo que había hecho. Él es tan tierno y fue tan lindo y comprensivo siempre.

Jace estaba agachado acariciando a Henry. Yo me acerqué y me agaché junto a él sentándome en el piso.

-¿Sigues molesto conmigo?- le pregunté triste.

Él me miró y se sentó frente a mi. Henry aún seguía con nosotros.

-Debería- me respondió serio.

-Me pasé y en serio lo lamento- le dije- Y te repito que en ningún momento mentí con lo que decía.

-¿O sea que si con lo que hacías?

-No del todo- respondí y él me miró sorprendido- Pero lo que dijiste es lo mismo que pienso yo, sería muy difícil recordarte porque no quiero olvidarte u olvidar lo que pasó, lo que hicimos.

-Tampoco quiero olvidarte- me dijo con una sonrisa.

Yo me levanté del piso y él hizo lo mismo. Me acerqué y lo abracé más fuerte que las veces anteriores.

-Me gusta que me provoques mientras no me tires nada en la cara- me dijo al oído.

Yo me separé un poco para mirarlo y me reí.

-No lo haré nunca más y a mi también me gusta que me provoques- le respondí y lo besé por unos segundos.

Paramos el beso al mismo tiempo.

-¿Aún quieres leer el guión de Henry Danger?- me preguntó él.

-Si- le respondí- Mañana.

Agarré mi mochila y busqué mi remeron de Playboy, pero no la encontraba, solo había un short negro. Aunque me moría por usar algo de Jace y sentir su aroma en mi cuerpo, no sabía si a él le gustaría.

Volví a revisar la mochila, pero claramente no estaba. Lo que sí encontré fueron sus lentes de sol.

Agarré el short y los lentes y me acerqué a Jace.

-Ten- le dije dándole los lentes- Gracias.

-Son tuyos.

-Ronnie me comentó que son caros, ¿seguro no los quieres?

-No, te los regalé en serio- me dijo tierno y me dió un beso corto en los labios.

-Bueno, gracias.

Hice una pausa tratando de evitar pedirle algo.

-Si te pido que me prestes algo más, ¿prometes no regalarmelo?- pregunté algo nerviosa.

Él se rió.

-¿Qué necesitas?

-Algo para dormir, solo tengo este short. Olvidé el remeron de Playboy- le expliqué.

Él sonrió y me tomó de la mano.

-Acompáñame- me dijo y fuimos hasta su cuarto.

Él empezó a buscar en su armario y pocos segundos después me entregó una camiseta negra con el símbolo de Henry Danger.

-¿En serio?- le pregunté irónica.

-Honestamente es la más cómoda que tengo y no la uso mucho. Quiero que cada vez que me la ponga acordarme de ti, como espero tú hagas con los anteojos- me respondió acercándose y yo sonreí.

-Gracias y lo haré.

Fui hasta el baño y me cambié, me encantaba tener algo de él puesto. Volví a la habitación y Jace aún estaba sin camisa.

Él me miró y sonrió.

-A mi no me molesta que me veas así, ¿pero qué pasaría si yo te veo sin camisa?- me preguntó.

-Nada- le respondí y él se sorprendió.

-¿Nada?

-Me viste sin camisa en la playa y cuando me espiabas en el baño y es por eso que tampoco me enfadé.

-Si, pero en la playa…

-¿En la playa tenía traje de baño?- lo interrumpí- Me cubre lo mismo, ves lo mismo. Lo único que cambia es que uno está aceptado socialmente y el otro no.

-¿Y entonces porque te vas a cambiar al baño?

-Porque creeme que no es lo mismo verme en sostén y pantalón que desvestirme frente a ti aunque veas lo mismo.

Él se puso la camisa y empezó a besarme con sus manos en mi cintura. Yo entrelacé mis brazos detrás de su cuello y le devolví el beso.

Quería que ese beso nunca acabe, era realmente perfecto y quería más de él, quería todo de él.

Bajé mis manos hasta sus hombros y empecé a caminar hacia la cama, él se dió cuenta de eso y empezó a caminar hacia atrás mientras seguía besándome cada vez más intenso.

Nuestras lenguas se tocaron y Jace se acostó en la cama, yo puse todo mi cuerpo sobre él y lo besé con más intensidad. Tenía que parar, sabía que tenía que parar, pero no quería.

Jace puso sus manos más abajo que mi cintura y me dió vuelta para quedar encima de mi. Empezó a besar mi cuello, me encantaba cuando hacía eso, tanto que solté un suspiro de satisfacción completamente involutario. Sentí una sonrisa en mi cuello al él darse cuenta de lo que me estaba generando.

Empecé a acariciar su abdomen por debajo de su camiseta y también empecé a levantarla sutilmente. Quería que se la sacará. Él me entendió, porque lo hizo.

Antes de seguirme besando me sonrió y yo mordí mi labio. Le entrelacé sus manos con las mías y lo traje hacia mi.

Nuestros labios volvieron a juntarse y me puse sobre él otra vez con mis rodillas al lado de sus caderas.

Ahora era yo quién besaba su cuello y él era el que tenía una respiración entrecortada. Volví a los labios y sentí sus manos en mi espalda, quería que me sacara la camisa.

No tendría otra oportunidad de hacer esto y me facinaba lo que estaba pasando entre nosotros. Esperé a Howard por años, y aparece ahora que estoy enamorada de alguien más y ni siquiera sé si Howard siente lo mismo y eso que tenía que decirme tiene algo que ver con el tema.

Tenía que dejar que las cosas fluyan, como siempre hago, así llegué aquí con él y me sentía increíble, porque él sentía lo mismo por mi y ambos queríamos demostrarle al otro ese sentimiento.