Una semana para enamorarse 💘 (Jace Norman y tú)

Capítulo 34

Narra Jace

Estábamos en el auto pensando a dónde iríamos a cenar, hasta que a mí se me ocurrió la idea perfecta.

-Ya sé que hacer- le dije sonriendo.

-¿Qué?

-Ya verás…

Ella me miró algo confundida pero con una sonrisa.

Compré pizza para llevar y dos sodas. Jade todavía no entendía cuál era mi plan. Conducí hasta el lugar donde yo quería.

-Es como que me conoces y no me conoces- comentó Jade- Pero hay veces que simplemente me lees la mente- agregó y le sonreí.

Salimos del auto y como antes la ayudé a que subiera en algunas partes hasta mi lugar especial cerca del cartel de Hollywood.

Ambos nos sentamos y empezamos a comer.

-¿Me cuentas algo que nadie sepa de ti?- le pregunté.

-Ok, pero tú primero- me contestó.

Yo hice una pausa para pensar. Había algo, pero quizás a ella no le parecería tan sorprendente como a mi.

-No quiero que me odies- le dije un poco en broma y un poco en serio.

Ella me miró confundida.

-Una vez agarré el teléfono de alguien y lo revisé un poco- solté- Y me sentí tan culpable que nunca volví a hacerlo.

-¿Qué?- exclamó casi en riéndose.

-Quizás para ti no sea tan malo, pero cada vez que lo recuerdo siento lo mismo que ese día- le contesté.

Se empezó a reír en serio.

-¿Qué tenías miedo de que tú novia te engañara?- me preguntó divertida.

-No se lo revise a mi novia- le respondí- Y te vas a quedar con la duda porque no quiero decirte.

-Bastante justo. Podría delatarte- me dijo y me reí- Por un momento creí que me dirías que no eres rubio natural- agregó y empecé a casi entrar en pánico.

Ella lo notó porque me miró raro.

-¿O sea que mi apodo para ti es una mentira?- me preguntó algo ofendida.

-No, escucha, déjame explicar- le dije intentando calmarla- Si era rubio, pero a los 16 mi pelo empezó a crecer un poco más oscuro, pero es todo- le expliqué- Por favor sigue diciendome rubio- le rogué.

-Ok, ya entendí, rubio- me contestó y enfatizó la última palabra- Bromeaba de todas formas, tenía la sospecha de que no eras rubio- agregó guiñándome un ojo.

-Ahora tu.

Ella suspiró y sonreía mucho.

-Ok, creo que es tiempo de que te confiese esto- dijo y se puso seria- No quiero que me veas de otra manera por lo que estoy a punto de decirte, ¿si?

Yo solo asentí, no tenía idea de lo que era. Me empecé a poner nervioso ¿Por qué sugerí esta estupidez?

-El manual de reglas de Jade no existe.

Me quedé helado, no sabía cómo reaccionar, quería reírme pero también estaba algo molesto, pero no enojado. Era raro.

-¿Qué?- fue lo único que logré decir.

-Solo lo inventé y te lo digo porque nadie sabe de él. Solo te dije a ti que esa cosa era algo real.

-¿Por qué?