Capítulo diecisiete.

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Para el quinto mes de grabaciones, el elenco y equipo de producción adquirió un autobús para marcharse a algunas locaciones y filmar la mayoría de las escenas que iban a ser grabadas en esos sitios.

Tuvieron una mañana ajetreada, pues los actores permanecían agotados debido al tiempo que tenían madrugando para poder trabajar. Desde el amanecer, a primera hora; estuvieron filmando dentro de una iglesia, después en una prisión, específicamente una celda vacía que usaron para varias escenas. Contrataron a varios extras, mujeres y hombres, para el relleno de los espacios.

Ahora, permanecían en una plaza; porque debían terminar una grabación importante para la película. Como era de esperarse, los medios de comunicación no perdieron oportunidad; y los arribaron en la pauta.

El espacio, contaba con la seguridad proporcionada de una agencia de guardaespaldas, que la cadena televisiva contrató para el uso de sus productores, directores y actores, mientras estén en horarios de grabación en las locaciones. Por ende, los fanáticos solo miraban de lejos y no se les tenía permitido hacer mucho ruido, ni acercarse al sitio.

El frío de la mañana, ya había cesado. Ahora el sol abrasador, les daba de lleno a cada persona en esa plaza calurosa. Los campers, aparcados en filas junto a los autobuses y todas las cámaras por el momento; apagadas.

Después de conseguir un permiso, con el fin de grabar contenido para el noticiero, sección de farándula; los chicos de The Soup, se acercaron a realizarles una pequeña entrevista a Virginia y Carlos, que conversaban sobre sus personajes, sobre ellos y lo ocurrido en estos últimos meses entre ellos.

La morena, vestida con una camisa manga larga floreada, un pantalón de caqui color beige, y unos tacones cerrados. El cabello, alisado que le daba ese toque que complementaba su personaje. Mientras que, Carlos llevaba un traje gris, con corbata azul marino y zapatos negros. Se peinó el cabello, hacia atrás.

Colocaron dos sillas, una al lado de la otra; para que ambos tomaran asiento frente a la cámara y a la reportera.

―Okey, comencemos ―anunció la mujer. La diminuta luz roja, avisó que habían empezado a grabar la nota.

Virginia y Carlos, se miraron y por la mente de la actriz pasó una pequeña pregunta:

¿Por qué siempre las reporteras de ese programa, eran mujeres?

Y ellas, embelesadas con Carlos.

Quiso fruncir el ceño, pero se abstuvo.

No tenía tiempo para contestarse, así que sonrió a la cámara.

―Con Virginia y Carlos, televidentes ―conversó la periodista―. Platíquenme, ¿qué es lo que más les gusta, de esta nueva producción?

―Bueno-

―Hola-

Los tres presentes, se carcajearon. Entre los actores, tuvieron un choque, ya que ambos quisieron responder a la vez. Y, Carlos como el caballero que es, le cedió la palabra a la dama a su lado.

―Hola, bueno; en mi caso me encanta el ambiente que me dan los sets ―explicó, con ademanes. Cruzó una pierna sobre otra, y posó las manos sobre sus muslos. La espalda recta, y en el rostro una luz inigualable―. Los compañeros, la buena vibra que se transmite, ¿no?, yo creo que eso es muy bonito.

―Para mí, son los descansos ―se burló, contagiando a ellas―. No, en realidad me gusta mucho la calidad y el profesionalismo, que tienen los actores de esta nueva película de Martín Alonso. La entrega y el compromiso, todo es tan ameno aquí...

―Es también divertido, me parece; porque a mis oídos llegó que por acá son muy bromistas, sobre todo aquí, el galán, Carlos Herrera ―apuntó la reportera, enseñando todos sus dientes en una sonrisa―. Que les gasta muchas bromas, junto a los otros compañeros.

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