Capítulo 19

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Pov. Kimberly

Ya habían pasado tres días sin saber de Kwang Min, y gracias a Dios que nadie le ha dicho a mi hermana sobre lo que había pasado con Jenny. Mi hermana ya se había ido al trabajo. Hoy era su último día en el que trabajaba hasta muy tarde, y eso me ponía feliz. Lo que no me ponía feliz es que me sentía tan inservible. Estaba holgazaneando por todas partes, tratando de buscar trabajo, pero la única respuesta que me daban era: “Arruinarás nuestra imagen” “Lo siento, no queremos nada que tenga que ver con usted”, y cosas así.

Tomé mi celular. Mis dedos estaban deseosos de poder marcar el número de Kwang Min, pero no, me resistí y nuevamente volví a guardar mi celular en los bolsillos de mis jeans ajustados. Me gustaba usar Jeans.

Comencé a hacer la rutina de todos los días, hacer el aseo en casa.

Me puse los audífonos y comencé a escuchar música mientras barría la sala de estar. Cuando cambió a la siguiente canción, justo tenía que salir My Avatar, de Boyfriend.

¡¡Maldito Mundo!! ¿Por qué me haces esto? Grité mientras me tiré como un saco de papas en el sillón. Me sentía despreciable. 

Pov. Lishi

Después de ese día cuando encontré extraña a Kim, ~Bueno, eso no era novedad~ cada mañana ha estado callada, solo me saludaba en la mañana, hablábamos de cómo estaba el café y luego se despedía de mí, siempre fingiendo estar bien, pero yo notaba su tristeza. No sabía qué hacer. Quería que Kim fuera sincera conmigo y me dijera lo que le estaba pasando para poder ayudarla. Pero nada, y de alguna manera u otra iba a sacar todo lo que tiene retenido dentro de ella.

Milagrosamente, comenzamos a estar mejor con Dong Yul. Ahora creo que nos llevamos mejor, y hasta hacemos algunas bromas. También Niel y su grupo de amigos me han venido a visitar constantemente estos días, a dejarme almuerzo. Que considerados.

***

— ¿Qué te pareció la comida de hoy? —me preguntó Niel, quien almorzaba conmigo en el comedor público del hospital.

—Está deliciosa. Muchas gracias chicos —les regalé una sonrisa a cada uno de ellos, ya que el ramen estaba delicioso, y muy picante, tal y como me gusta.

Ellos me devolvieron una sonrisa.

—Doctora Evans, te agradezco todo lo que has hecho por mí. Eres una de las mejores médicos en práctica de este hospital — comenzó a alagarme Ricky, pero conservé mi postura profesional.

—Todos deberían de ser así, ¿no creen? —tomé una pausa para poder comer otro poco del delicioso ramen que me habían traído. —Además, me encanta mi trabajo.

Mi tiempo del almuerzo se había terminado y debía volver a mi trabajo otra vez. Les agradecí nuevamente a los chicos, reverenciándome y a la vez despidiéndome. El chico Labios de Algodón se acercó rápidamente a mí antes de que retomara mi trabajo.

—Oye, Doc Evans, ¿Tendrás libre esta noche? Los chicos y yo, bueno, la idea vino de mi parte, pero lo que quiero decir es que si quieres ir a una cena con nosotros hoy. Abran muchos cantantes y grupos que irán a ese lugar también, y bueno, nos pidieron que lleváramos amigos y queremos que vayas con nosotros como manera de agradecimiento —me sonrió.

Un Sueño Hecho RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora