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Pov. Kimberly
En la noche no podía dormir. No dejaba de pensar en lo que le había dicho a Kwang Min y en ese beso. No podía sacarlo de mis pensamientos, pero no dejaba de convencerme que lo que hice era lo mejor para él y también para mí, aunque doliera. Me levanté a las seis de la mañana para prepararle un rico desayuno a mi hermana, panqueques. No tarde demasiado con la mezcla y comencé a prepararlos en la cocina, mientras esperaba que el hervidor eléctrico terminara de hervir el agua.
No dejaba de agradecer a la señora, ya que nos había dejado también la cocina a gas y algunos utensilios más. Fue tan amable.
Cuando ya estaba casi todo listo, se escuchó la puerta de la habitación de Lishi abrirse, y allí estaba, parada con la puerta abierta, una mano sujetando la puerta y la otra en la toalla que llevaba sobre su hombro.
-Vaya. Cada vez me sorprendes más hermanita -me sonrió cariñosamente.
Le hice un puchero. -Te dije que no me dijeras hermanita. Me siento pequeña -agaché mi cabeza.
Soltó una risa malévola. -Una chica que mide un metro cincuenta y siete lo es.
Odiaba que me sacara eso en cara. Todo porque ella unos centímetros más grande que yo, aunque su Oppa es más alto que ella, muajaja.
-No soy la única que tendrá que ponerse de puntitas para besar a alguien -bromeé.
-Guau, Kim. Sí que sabes romper los sentimientos de las personas, pero sabes que yo soy una profesional, y que no mando a los chicos que me gustan a la Zona de Amigos.
Eso dolió.
- ¿Cómo duermes por las noches?
-Veo doramas antes de dormir unnie-rió.
Y así fue la mañana con mi hermana, haciendo bromas y eso. Se fue al trabajo y yo como una vaga deambulando en la casa, en vez de estar ayudándola con un trabajo, pero nadie me quería como empleada. Y todas esas malditas cosas se me venían a la mente. Todos mis fracasos tanto en el amor como el trabajo. Soy completamente inservible.
Tomé mi celular, y revisé la hora. Eran pasadas la una de la tarde y yo descansando sobre el maldito sillón sin hacer nada, porque ya lo había hecho todo. Soy tan Cool.
Pov. Lishi
"¡Asegúrate de no romper más corazones, querida!" Le dije a Kim antes de irme. No dejaba de reírme por lo que le había dicho en la mañana.
Estaba preocupada por una chica que estaba hospitalizada. Sufría un fuerte dolor en su vientre, y es que la chica estaba embarazada y tal vez era posible que lo perdiera. Hacía todo lo posible para hacerla sentir mejor, pero era casi imposible. La chica sufría porque sus padres no querían que tuviera a ese bebé y además, el padre del bebé la maltrataba. ¿Cómo ella iba a estar bien?
- ¿En qué tanto piensas Doc? -me sobresalté de mi asiento cuando Niel se sienta a mi lado.
Alcé mi cabeza mirando hacia el frente. -Hay una chica que me preocupa.
-Mmm... ¿Tu hermana?
-No...es una chica que está hospitalizada. Ella está embarazada, y...es posible que pierda su bebé-Dirigí mi mirada hacia la suya, triste.
Puso su mano sobre la parte superior de mi espalda. -Qué mal. Espero que se recupere muy pronto...-se detuvo por unos segundos -...aunque teniendo a una médico tan preocupada y buena como tú, no hay de qué preocuparse - me sonrió.
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Un Sueño Hecho Realidad
FanfictionPrólogo Kimberly, una chica de 23 años que junto a su mejor amiga Lisha, viajarán a realizar sus sueños al país al que siempre desearon conocer y en el que cambiarán por completo sus normales vidas. En un mundo totalmente diferente a lo que ellas im...