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Pov. Lishi
Un nuevo día había comenzado, y milagrosamente me había despertado temprano sin que lo hicieran por mí. Tomé una toalla y mis sandalias para tomarme una relajante ducha. Cuando salí de mi habitación, Kim no estaba esperándome como lo hacía todas las mañanas. Curiosa, caminé tratando de no hacer ruido hasta la habitación de Kim. La puerta estaba entreabierta, mis cejas se fruncieron y abrí lentamente la puerta. Ella estaba durmiendo, y bueno, como no tenía motivos para levantarse temprano, pues quise hacerle una pequeña broma.
‒Kim…Kim –trataba de despertarla con pequeños empujones.
Moviéndose, soltó un gruñido profundo –cinco minutos más…
‒Asht… ‒dije finalmente – ¡Kim! ¡Ya levántate!
La empujé fuertemente, haciendo que golpeara el suelo. Oyendo un pequeño quejido, me sentí más tranquila, ya sabiendo que había despertado.
‒ ¡Por Dios Lishi! …¿Cuál…? –Se levantó lentamente, afirmándose de la cama – ¿…cuál es tu problema con despertarme de esta manera?
Comenzó a reírse del dolor, y yo reía con ella.
‒Es que…me gusta ver cómo te quejas cuando te levantas.
Sínicamente comenzó a reírse, pero luego dirigió su mirada al reloj de su escritorio, que estaba a un lado de su cama –Se está haciendo tarde hermana –dijo mientras acariciaba su cabeza adolorida con su mano.
‒…Oh – fue lo único que salió de mi boca y corrí hacia el baño.
Al terminar ya, mi no relajante ducha, salí envuelta en mi toalla que me llegaba hasta las rodillas y las sandalias hacían fuertes ruidos por mis pasos acelerados. Kim preparaba mi café y soltó una risita al ver lo apresurada que estaba.
‒todo esto es por tu culpa… ‒dije en voz baja, mientras abría la puerta y la fulminaba con la mirada.
Me puse unos jeans claros, una remera de color verde pistacho ~uno de mis colores favoritos~ y un chaleco de lana. El otoño en Corea del Sur se sentía en el aire, pero era hermoso el efecto de las caídas de las hojas. Al terminar de vestirme, me dirigí hacia donde estaba mi hermana. El aroma a café era delicioso, no podía resistirme a eso.
‒Hasta el café te queda delicioso Kim –comencé a alagar a mi hermana. Aparte de que cocine de maravilla, me preparaba un delicioso café. Sus ojos se posaron en mí y una sonrisa se dibujó en su cálida y bonita cara.
‒Ay, gracias hermana…no haría nada sin ti –me guiño el ojo, y tomó un sorbo de su café.
~*~*~*~
Hoy era uno de esos días donde toda la gente enferma formaba una larga y gran fila para que los atendieran. Estaba muy activa y atenta a todo lo que ocurría. Ya me estaba familiarizando con cada pasillo y habitaciones a los que entraba y salía, pero no soportaba al arrogante de mi compañero. Ese idiota hasta las otras enfermeras de otros pasillos les seducía y ellas las muy ingenuas le seguían el juego. Él era tan… él.
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Un Sueño Hecho Realidad
FanfictionPrólogo Kimberly, una chica de 23 años que junto a su mejor amiga Lisha, viajarán a realizar sus sueños al país al que siempre desearon conocer y en el que cambiarán por completo sus normales vidas. En un mundo totalmente diferente a lo que ellas im...