Capítulo 12

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Pov. Kimberly

Mi hermana se había puesto furiosa cuando le dije que por un problema que tuve con Jenny, todo mi trabajo se había ido a la mierda. Se quedó en silencio un buen rato, y luego me miró seriamente con las cejas fruncidas.

̶ Dime detalladamente qué fue lo que te hizo esa maldita –dijo irradiando furia en sus ojos cafés.

‒ ¿Ella? bueno…debería decir que yo también participé de mi propio despido –sonreí inocentemente. Lishi aún me miraba con esos ojos llenos de furia.

‒Disculpa, es que no escuché muy bien… ‒ dijo irónicamente ‒ ¿Tú participaste en tu propio despido, Kim? –me sorprendió la forma en que destacó mi nombre.

‒Emmm…sip –respondí con voz de parvularia.

Soltó un bufido y negó con su cabeza por tercera vez desde que llegó, las conté –Guau…me asombra como veo que no te importó mucho lo que pasó.

‒No es así…en la mañana cuando llegué del trabajo me citaron a la oficina del director. Allí se encontraba Yesung y Jenny…

‒¿Yesung? –interrumpió inoportunamente Lishi.

Asentí con mi cabeza –Sí…él. Pero ese no fue el caso…bueno, parte de él. Yesung pidió al director que rompiera la falsa relación que tenía con Jenny, para poder estar conmigo…

Los labios de Lishi se fruncieron, formando una mueca. Parecía como si no le hubiera gustado esa noticia. Pero yo seguí con mi historia.

–y bueno…el director permitió la separación y luego Yesung me saca rápidamente de la oficina, estaba muy ansioso pero no sabía por qué. Pero bueno, cuando me dirigía hacia mi sala sentí pasos que me seguían, cuando di la vuelta estaba Jenny, y me agarra del cabello. Obviamente no se lo aguanté e hice una de las llaves que me habías enseñado, y la tomé de su muñeca y la apreté fuertemente haciendo que me tentara a rompérsela, y rogando me suplicó que la soltara.

Lishi suelta una pequeña risita malvada, aprobándome como lo hace un maestro de artes marciales.

‒Me hubiera gustado ver eso –agregó entrecerrando sus ojos y sonriendo de una forma tan maliciosa, que hizo que se me erizara la piel. No me gustaría saber lo que ella estaba pensando en estos momentos.

‒Sip…lo sé –afirmé –pero eso no fue todo hermana… la solté, arrepintiéndome por dentro por lo que le había hecho, comencé a retomar mi camino, cuando de nuevo me toma del cabello y esta vez no lo aguanté. Detuve su mano, tratando de que no siguiera tirando de mi pelo y la golpeé con mi puño en su maldita cara. Pero luego llegó el director, vio a Jenny tirada en el suelo y, aunque no me lo hubiera dicho verbalmente, sus ojos me dijeron que me fuera de allí –tristemente, este había sido un final trágico.

Comprensión llenaba su rostro, pero luego vino la gran pregunta del millón – ¿Dónde buscarás trabajo ahora Kim?

 Eso ni hasta yo lo sabía –no lo sé, pero no dejaré de buscar hasta encontrar alguno –incliné mi cabeza mi cabeza y le sonreí tiernamente.

Un Sueño Hecho RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora