Pov. Lishi
Era difícil concentrarme sabiendo que mi hermana estaba en tan mal estado. Lo bueno era que podía estar tranquila ya que Kwang Min la cuidaba, aunque me preocupaba que ella no quisiera comer. Era entendible, pero me preocupaba.
—Vamos Kimy...di Ahhh... —le decía Kwang Min a Kim, mientras le enseñaba a ella como hacerlo. Solté una carcajada ante eso.
—Kim, come. Te quedarás más días aquí si no comes —le advertí, mientras Kwang Min aún seguía tratando de darle de comer.
La esquina de su labio se arqueó. —No tengo apetito. Además me gusta ver a Kwang Min haciendo esas lindas muecas para que yo pueda abrir mi boca.
Este bufó. —Aprovechadora.
—Engreído —respondió ella.
—Eres tan linda —agregó él, dándole un tierno beso en la frente.
—Eres tan adorable...
Asht...ya se pusieron cursis. Se me comenzó a revolver el estómago.
Hice una mueca de desagrado ante eso. —Por favor, tengan compasión.
—Sí, por favor —agregó el idiota de mi compañero.
— ¡Tú cállate!
—Okay —respondió rápidamente cabizbajo.
—Ya no importa. Vamos a revisarte —dije finalmente a mi hermana
Kim se sentó soltando un gran quejido de dolor. Me miró rápidamente y sonrió, tratando de que no le diéramos importancia a eso. Su rostro estaba con muchos moretones, y Kwang Min no apartaba su mirada preocupada hacia Kim. Comencé a revisar su visión, la presión y todo estaba completamente normal, a excepción de los moretones y marcas que le había dejado "él", aquella persona que ni siquiera quiero nombrar y que ella no quería alimentarse. La partidura que tenía su labio inferior ya se estaba desvaneciendo. Ella se quejó cuando toqué su mejilla.
—Lo siento.
—No te preocupes, estoy bien. —De la nada comenzó a reír —ahora entiendo por qué al principio odiabas a este chico.
Traté de aguantar la risa, pero esta fue más fuerte que yo. No lo pude resistir. Don Yul y Kwang Min se miraron entre sí, extrañados, mientras que con mi hermana no parábamos de reír.
—Oye, ¿y tú niña? —Le fruncí el ceño — ¿Cuándo ibas a decirme que le diste una oportunidad a Kwang Min?
—Bueno...iba a decírtelo, pero se adelantó el momento—sus mejillas se enrojecieron mientras soltaba una risa nerviosa.
Negué con la cabeza mientras aún le sonreía. Además, estaba muy feliz ya que mi hermana iba a salir hoy, después de tres días en el hospital. Cuando terminé de chequearla, Kwang Min me detuvo antes de que saliera de la habitación.
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Un Sueño Hecho Realidad
FanfictionPrólogo Kimberly, una chica de 23 años que junto a su mejor amiga Lisha, viajarán a realizar sus sueños al país al que siempre desearon conocer y en el que cambiarán por completo sus normales vidas. En un mundo totalmente diferente a lo que ellas im...