Flightless Bird|| l.s°Traducción°

ACTO I: CAPÍTULO DOS

A/N: Fetus Larry (Ah! Juventud)

HARRY/PAST

Entré en el Royal Ballet School tarde. La mayoría de los estudiantes entraron a la academia cuando tenían once años, pero no empecé hasta que tenía quince años. Como tal, todos conocían a todos y yo no conocía a nadie.

Yo sólo bailaba por diversión. La amiga de mi madre tenía un pequeño estudio en la parte trasera de su panadería y un día vagando por accidente buscando el baño. Me uní, como un chiste al principio pero luego descubrí que me gustaban todos los saltos y vueltas.

Cuando mi maestra, la Sra. Princhard, me sugirió una audición para el Royal Ballet School pensé que se había vuelto loca. Mamá dijo que me lo debía a mí mismo, al menos intentarlo y pensé, ¿por qué no? podría hacer un viaje a Londres. No podía creer que en realidad entre. Mi forma de aceptación incluye una larga lista de problemas con mi técnica, pero elogiaron mi resultado, mis altos pies arqueados, mis largas piernas hiperextendidas y mis tendidos tendones de Aquiles. Dijeron que tenía un gran sentido de la musicalidad, y que era emotivo. No sabía lo que eso significaba, pero decidí que era algo bueno.

Debería haber estado emocionado por ser aceptado en una escuela tan presuntuosa (¡parecía un palacio!), pero en su mayoría estaba asustado. Nunca había vivido lejos de casa y ya me costaba bastante hacer amigos en Cheshire.

Mi compañero de cuarto era un pelirrojo flaco con una nariz pellizcada que no quería tener nada que ver conmigo. Se suponía que iba a alojarse con su mejor amigo y mi llegada inesperada lanzó una incomodidad en sus planes. Sus cosas ocuparon todo el armario así que tuve que meter mi ropa debajo de la cama.

Una vez que me instalé en mi habitación, me vestí para mi primera clase de baile. Escogí mallas negras y un traje blanco porque eso es lo que usaba en el folleto escolar. En el estudio de la Sra. Princhard podía usar lo que quisiera -- un suéter de gran tamaño, pantalones cortos de gimnasia -- a ella no le importaba. Pero en RBS había un montón de reglas. Tenía que mirarme limpio, comer de un plan de comidas, e incluso ir a dormir a cierta hora.

Llegué temprano al estudio y ya me sentía como un idiota. Nadie estaba vestido como en el folleto; algunos llevaban pantalones para correr y camisetas, algunos incluso pantalones cortos. Sólo los niños de once años del pasillo llevaban medias negras y trajes blancos. Me preguntaba si tenía tiempo para cambiarme, pero la maestra entró en el momento en que intenté irme.

Su nombre era Madame Lesauvage. Tenía una figura imponente: alta, delgada, con pelo negro y pocos mechones grises en sus sienes. Había sido bailarina hace más de una década, pero parecía que aún podía actuar con los mejores. Pensé que podría anotar algunos puntos por estar tan elegantemente vestido pero todo lo que se vio era mi pelo rizado, "Demasiado largo", y el grupo de pulseras de la amistad que adornó mis muñecas, "Córtalas."

Estábamos empezando la clase con trabajo de barra antes de mudarnos al suelo. Las chicas consiguieron todos los mejores lugares. Me las arreglé para empujar mi camino en el medio, detrás de un chico larguirucho con acento de Bradford y su amigo, un chico serio con ojos marrones pensativos que podría decir por su comportamiento equilibrado, era el mejor bailarín masculino de la clase.

Nuestros pies deslizados rozaron contra el suelo de vinilo mientras cambiábamos de la segunda posición a la cuarta y luego de la cuarta posición a la quinta. Estábamos a sólo unos minutos en la clase cuando Madame comenzó a darme correcciones. "¡Harry, levanta la cabeza!" "¡Harry, hombros!" "¡Harry, brazos!" Uno pensaría que soy la única persona en el estudio. Hice todo lo que ella dijo, pero no importa cuánto lo intenté, mi cuerpo no cooperaría. Cuando levantaba mi barbilla mis hombros se desplomaban, cuando levantaba mis brazos mi barbilla caía.