Flightless Bird|| l.s°Traducción°

ACTO IV: CAPÍTULO VEINTINUEVE

Bienvenides al cuarto acto.

Corrí de Knightsbridge a Bankside. El impacto de mis zapatos golpeando el concreto envió golpes de dolor a través de mis piernas, pero no podía estar de pie y esperar un taxi. Tenía que seguir moviéndome.

Llegué al apartamento de Harry justo después de la medianoche. Una niebla rodó en el Támesis. No podía ver nada. Oí el sonido de las olas golpeando el terraplén y el cuerno de un ferry en la distancia.

Entrecerré los ojos ante el timbre. El apartamento de Harry todavía estaba marcado con un rectángulo blanco en blanco. Lo presioné frenéticamente. Sin respuesta. Llamé y envié mensajes, aunque sabía que sería inútil y lo fue. Maldición. Golpeé la puerta con la esperanza de que un inquilino del primer piso pudiera oírme y abrirse. Cuando eso no funcionó, llamé a todos los pisos de todo el edificio hasta que alguien contestó.

Oí la voz aturdida de una mujer y un bebé llorando en el fondo. "¿Hola?"

"¡Hola! Estoy aquí para ver a Harry Styles en el 10B."

"¿El bailarín?"

"¡Sí! Ese es él."

"¿Quién es este usted?"

"Es su amigo, Louis Tomlinson."

"No puedo dejar entrar a un extraño en el edificio."

"¡No soy un extraño!"

"¿Entonces por qué el Sr. Styles no te ha dejado entrar?"

"¡No lo sé! Mira, creo que podría estar en problemas. ¡Por favor ayúdame!"

Oí un pitido y un clic mientras la puerta se abría.

Una mujer de unos treinta años me encontró abajo con un albornoz azul y zapatillas. "No te dejaría entrar", dijo, "pero el Sr. Styles no era el mismo esta noche... Probablemente no sea nada, pero siempre nos saluda a mí y a mi bebé en el vestíbulo y hoy, cuando le dije hola, pasó junto a nosotros como un fantasma."

Pasé corriendo junto a ella y subí los escalones. Ella tomó el ascensor.

Llegué a la puerta de Harry. Estaba cerrada. Golpeé y grité: "¡Harry! ¡Harry! ¡Es Louis! ¡Abre!"

No abría la puerta ni me respondía. Seguí golpeando; mi puño golpeando la pesada puerta de madera cada vez más fuerte hasta que mi piel se magullaba. Le di una patada. ¡Tiraría esta maldita puerta si tenía que hacerlo!

La mujer salió del ascensor. "Alto. Llamaré al superintendente." Podría haber llamado a la policía en ese momento, pero confió en sus propios instintos y optó por ayudarme en su lugar.

El superintendente se tomó su tiempo. Era un joven corpulento con un cencerro y una camiseta de Rush descolorida.

Levantó las manos y saltó debajo del peso de su pesado cinturón. "No puedo abrir esta puerta."

"Es una emergencia."

"Política de construcción."

Golpeé mi cabeza contra la puerta con exasperación. "¡Por favor, algo está realmente mal!"

"Entonces llame a la policía. No estoy autorizado a irrumpir en los pisos de los inquilinos en este edificio."

"¡Pero la policía te va a pedir que abras la puerta!"

"Prefiero pasar por los canales apropiados."

"¡Podría ser demasiado tarde para entonces!"

La mujer le quitó las llaves del cinturón y comenzó a probar cada una de ellas en la puerta.