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Narrador P.O.V

Qué cruel y qué tan alentador puede llegar a ser el destino, independientemente de lo que los humanos lleguemos a creer, más allá de nuestras narices siempre existirá la posibilidad, el acierto, el destino.

Bueno o malo, en la proporción justa o inadecuada, siempre se ha escuchado el dicho "las cosas pasan por algo" y el caso de Danna  no es la excepción.

Nunca sabremos si existe un patrón en el tiempo el cual defina nuestro nacimiento, nuestras futuras horas, nuestra muerte, lo que si sé es que Danna pensaba que su vida estaba jodida, aunque su corazón noble nunca culpo al destino, más bien, el destino la obligó a culpar a alguien más y este era el amor de su vida.

El ruido de la multitud que caminaba por la concurrida calle, sirenas de patrullas, risas, autos accionando su claxon, emergen de la jungla de concreto, mismo de la isla de Manhattan, al parecer eran las 3 de la mañana, cuando Andrew cansado de tocar la puerta del dormitorio de Danna, sonrió pasmado al darse cuenta que Danna le había abierto, ella había llorado, era normal para Andrew verla así y la comprendía, el hombre de su vida la había botado cuál basura, encima le restregó su nuevo matrimonio y su reciente paternidad.

No dijo nada, se acercó a ella y la rodeo con sus brazos, la acercó a su cama sin despegarse de ella y ambos se quedaron dormidos, nada paso a más, pues el chico amaba a Danna con toda la fuerza de su corazón tanto que antes de saber lo que Rodrigo hizo era feliz con saber que Danna sería feliz junto a él. A Andrew le mataba verla llorar, la felicidad de él dependía de ella, estaba mal, lo sabía, pero no podía evitar sentirse así.

Mientras tanto Rodrigo va por su octavo kilómetro corriendo a gran velocidad, ver el amanecer era algo que amaba, pero no más que a Danna, a pesar del tiempo, la herida de dejarla en el pasado seguía abierta, pero el no podía darse el lujo de deprimirse y abandonar todo lo que había construido por algo que jamás podría ser, algo que jamás podría funcionar.

Su celular suena y él se detiene para atender la videollamada entrante, proveniente de su amiga y confidente rusa.

-Hola- responde él

-Buenos días Rod- sonríe Nadenka desde la pantalla del móvil- qué bueno que me contestas, es la única hora en la que puedo hablar contigo.

-¿Sucede algo?- pregunta Rodrigo curioso

-En realidad sí, Ariana tiene un problema con su esposo, a él le molesta que ella finja ser tu esposa y Franco tu hijo y estén viajando constantemente a México sin que él pueda verlos, la ha amenazado con dejarla- dice Nadenka sin duda alguna.

-Lo entiendo- comenta Rodrigo serio- creo que Ariana me ha ayudado bastante, es hora de que regrese con su familia para quedarse en el lugar donde debe estar, gracias por comentarme, hablaré con ella.

-De acuerdo Rodrigo, debo irme, tengo una junta, espero que te encuentres bien, hasta luego

-Hasta luego Nad- sonríe el a la pantalla para después culminar la llamada.

Rodrigo continúa con su entrenamiento sin ruido alguno, la música le recuerda a ella, todo lo alegre le recuerda a ella, él estaba seguro de que todo el mundo notaba lo irritado que estaba la mayor parte del tiempo, no se había relacionado con nadie, tal vez era el momento de encontrar a alguien nuevo.

Danna P.O.V

Camino sobre Stone street una de mis calles favoritas de la ciudad, vine a conseguir algunas especias en un gran establecimiento que se ubica en esta calle, han pasado ya 10 meses desde el día en que besé a Andrew, ese mismo día durmió conmigo, no puedo negar que fue una sensación agradable, me sentí protegida, al día siguiente él se comportó como de costumbre, como mi amigo y me extraño que no me tratara diferente después de dormir abrazándome.

El Desliz de mi Destino (RH) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora