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Danna P.O.V

Estaba limpiando los estantes del bar mientras acomodaba las botellas y hacia un inventario de cada producto.

Era viernes, pero no me sentía con ánimos de descansar y quedarme en casa todo el día así que decidí venir al restaurante.

-Hola, ¿Cómo va todo con el guapo?

Giré mi vista hacia Esther y sonreí

-Bien, el miércoles después de la fiesta, estaba esperándome afuera de mí apartamento, después se quedó a dormir conmigo- suspiré - y hoy saldremos- sonreí

-Danna siempre pensé que eras muy inocente, pero me has sorprendido, qué traviesa, y ¿él es bueno? - Esther dijo mientras me guiñaba un ojo

-Oh no, no no, no pienses mal, no ha pasado nada entre nosotros

-¿Qué? ¿en serio?, Pensé que algo más ya había pasado entre ustedes, perdóname que te lo diga pero ¿no crees que Rodrigo pueda perder el interés? -dijo Esther mientras se sentaba en una silla del bar.

-Creo que no, el no me ha presionado con nada, el me respeta mucho.

-Es extraño, siempre pensé que él era un hombre que solo buscaba aventuras, en realidad así son la mayoría - Esther rodó los ojos y suspiró-  cuídate Danna, no quiero que te lastime, más por el hecho de que es un hombre experimentado,  sabes que puedes contarme lo que te pase, puedes confiar en mí.

-Gracias Esther, por el momento todo está bien aunque aún no me siento lista como para dar un gran paso con él, hay algo que me detiene.- dije mientras acomodaba las botellas en su lugar.

Nunca había pensado en el aspecto de que Rodrigo podría perder el interés si yo no tenía más contacto físico con él, nunca me lo había planteado así, además ahora que lo recuerdo, el siempre ha salido con mujeres hermosas y físicamente perfectas, seguramente cuando estaba con ellas, no tenían ningún problema de inseguridad o cosas relacionadas, yo no podía darme el lujo de decir que era perfecta, viví un transtorno alimenticio cuando tenía 14 años, odiaba mi cuerpo, pero lo superé con ayuda de mi familia, un psicólogo y un nutriólogo, no era perfecta, era real y estaba feliz con la persona que era, pero me daba miedo no ser lo suficientemente buena para mi novio, siempre pensé que una vez me dieran de alta de la enfermedad que tenía, nunca volvería a tener inseguridades.

Estoy segura de que Rodrigo me quiere por lo que soy y confío en él.

Rodrigo P.O.V

Después de ir al gimnasio quise salir a caminar un momento por la ciudad, necesitaba despejar mi mente, comencé a recorrer calles y calles, sabía bien que me había alejado del lugar donde estacione mi auto.

Me detuve en una cafetería a comprar una bebida cuando salí comencé a caminar nuevamente hacia el auto.

-Heeeey ¡Rodrigo!- escuché a alguien gritar mi nombre, di una vuelta y me encontré a Nadenka Sestakova, es de nacionalidad rusa y trabajo conmigo unos años en la empresa, esta mujer me ayudó mucho cuando pensé que mi empresa quebraría.

-¡Nadenka! Qué sorpresa verte de nuevo- comenté mientras la abrazaba- ¿Que te trajo a México ?

-Justo iba a ir a tu empresa a verte- Nadenka hablaba, su español había mejorado mucho- quiero que me ayudes.

-Claro que sí, justo yo voy para la empresa, primero pasaré a mi casa para cambiarde ropa, pero, puedes ir conmigo en el auto ¿O vienes en el tuyo?

Nadenka negó con la cabeza

Caminamos hasta donde había dejado el auto, ella me contó acerca de su trabajo en Rusia, ahora se dedicaba a la moda, diseñaba y era modelo, es una mujer hermosa, siempre lo ha sido.

El Desliz de mi Destino (RH) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora