18.

355 29 27
                                    


Rodrigo P.O.V

Habían pasado ya tres semanas desde el día en que Danna y yo tuvimos nuestro primer encuentro con Samuel García, posteriormente Danna ha acudido a otras dos citas, ella me ha afirmado que se ha sentido mejor y más controlada, estábamos bien, eso creía.

Sin embargo, la fecha para que Danna partiera se acercaba, faltaban 3 semanas, ya estaba lo suficientemente grande para entender que tenía que dejarla ir, no me permitiría negarselo, no era nadie para hacerlo, pero una parte de mi quería que Danna se quedará aquí siempre para protegerla, respiré profundamente, no es para tanto, solo estará fuera tres meses, sí, pero en una ciudad inmensamente grande y siendo tan hermosa y joven, ¡Agh demonios!.

De repente lo pensé, invitaría a Danna a mi casa de playa y pasar un fin de semana juntos, el único problema era en la excusa que Danna presentaría en su trabajo, sería fácil si su jefe inmediato no fuese su tío, estoy prácticamente seguro que Octavio le pediría detalles concretos, claro está que Danna es una mente brillante para manejar las cosas y confiaba en que ella iba a lograr escaparse conmigo.

Le envié un mensaje diciendo que cuando saliera del trabajo se comunicara conmigo, sabía lo ocupada que estaba.

Danna P.O.V

-¡Danna vamos! Aún quedan alimentos por emplatar- me grito Oscar mientras me observaba a lo lejos.

-Disculpa me siento un poco mareada- dije mientras me llevaba una mano a la cabeza.

-¿Estás bien Danna?- cuestionó David quién me miraba desde el otro extremo de la cocina.

-Claro ¿Qué podría estar mal? - comenté asintiendo mientras trataba de entender que pasaba dentro de mi, me sentía mareada, tenía nauseas y sentía que en cualquier momento podría caer al suelo, sin embargo camine hasta el baño para lavar mis manos y rociar un poco de agua helada por mi rostro, respiré profundamente y me dirige de nuevo hacia la cocina.

Tenía muchas cuestiones en mente en primera estaba que faltaban tres semanas para que me fuera, en segunda estaba mi situación mental y el tratamiento que llevaba con Samuel García lo cual me preocupaba un poco más puesto que ya te habían pasado tres sesiones y todo parecía mejorar, no había más sueños horribles ni imaginaciones creadas por mi cerebro, pero ahora el malestar era más bien físico, migrañas espantosas, mareos, vomitos y algunas veces migrañas espantosas.

Estaba afectando un poco mi salud, mucho más en el ámbito laboral, no me sentía centrada en lo que hacía, Samuel dijo que en un cierto periodo y aclaro que sería momentáneo podría sentirme como si no fuera yo, pero era algo normal.

-Hija, estás pálida- comentó mi tío Octavio mirándome- deberías descansar, claro está que debes estar nerviosa por todo este asunto de tu viaje, deja aquí y ve a casa, trata de descansar un poco.

-No, estoy bien en serio- sonreí

-No es cierto- dijeron al mismo tiempo David, Óscar y Joaquín

-Ve al médico, probablemente estés pasando por una anemia nuevamente- añadió David

-Con más razón, Danna por favor, ve a casa- mi tío dijo con firmeza- mejor aún ve al médico.

-Está bien tío, iré- suspiré - entonces tomaré mis cosas - dije y mi tío sonrió asintiendo

Agarré mi mochila, y mi chaqueta me despedí de todos rápidamente pues estaban ocupados, subí a mi auto y conduje hacia mi apartamento, noté que mi celular vibró y observé que se trataba de un mensaje de Rodrigo diciendo que me comunicara con él en cuanto saliera del trabajo, eso hice, obviamente con precaución.

El Desliz de mi Destino (RH) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora