Toni POVAunque no entendía las emociones de otras personas, entendía las mías muy bien. Y justo ahora, estaba decepcionada.
—Explícate —ordené.
Su cabello aún cubría la mayor parte de su rostro, pero podía ver un gran ojo chocolate mirándome con disimulo. Se veía asustada. No. Por la manera en sus manos se sacudían y su lecho jadeaba, me golpeó que no estaba asustada. Estaba aterrorizada. Asintiendo hacia la cartera en su mano, hablé más suave esta vez.
—Eso es de mi hermano.
Sus hombros se desplomaron. Pronunció un quedo pero arrepentido:
—Lo siento.
Dando un paso adelante, le quite la cartera de la mano y levante la otra. Ella renuentemente puso un billete de cien dólares de esta y se alejó de mí. Abrí la cartera de Jughead y me quede quieta. Miré hacia la chica. Había bajado su mandíbula para evitarme.
—Hay un montón de dinero aquí.
Ella asintió. Pregunté: —¿Porque no lo cogiste todo?Cuando levantó la vista hacia mi, sus ojos se llenaban de lágrimas y susurró un tembloroso:
—Solo quería algo para comer.
Una onda de emociones corrió a través de mi. Primero enojo, luego tristeza, y después algo que no podía explicar. Una actitud protectora tal vez.
—Estas hambrienta —una declaración, no una pregunta.
Asintió una vez más y estaba hecho.
La chica se había convertido inesperadamente en mi responsabilidad.Cheryl POV
Unos dedos amables se posaron debajo de mi barbilla levantando mi rostro hasta que no pude evitarle más. Hablo en perfecta calma.
—Tienes dos opciones. —Me le quedé mirándola confundida. No me di cuenta de que tenía otra opción.—. Puedo llamar a la policía y hacer que te arresten. —Casi fruncí mi nariz, pero me detuve a tiempo. No me gustaba esa opción—. O puedes trabajar para el club, hacer dinero y levantarte —agregó —. No volverías a estar sin comida.
¿Estaba loca esta tipa? Mi mente se quedó boquiabierta. Como si tuviera que pensar en qué opción preferiría.
Luego ella agregó una tercera opción, tomando el billete de cien dólares que yo había robado sosteniéndolo en lo alto.—O puedo darte esto, irte y desaparecer en la noche. —Sus ojos estaban centrados en mí—. Cien dólares te conseguirían más que una comida caliente.
Mi cabeza voló. Estaba segura de que esto era un truco. Cien dólares eran suficientes para mantenerme por un rato pero un trabajo, un lugar donde quedarme y comida. ¿Como podría dejar pasar eso? Oh, Dios, la comida era importante para mí. Trague fuerte.
—La opción B suena bien.
Pareció complacida.
—Eso pensé. —Extendió una mano—. Ven por acá.
Tirando de mis mangas sobre mis manos, me aleje de ella.
—Espera. ¿Que clase de trabajo? Yo...—Mi tren de pensamiento se fue a otra parte y me ruboricé—.¿Bailando? ¿Como esas chicas de allá?
Solo una ceja se levantó.
—¿Crees que quiero que te desnudes?
Mi rubor se convirtió en un sonrojo completo y sentí mi cuello calentarse. Por supuesto que no quiere que te desnudes. No eres exactamente Jennifer López.