Cheryl POVCondujimos de regreso a Bleending Hearts en silencio. Arch captó la mirada de pánico en mis ojos y me arrastro dentro del coche. Toni estaba conduciendo antes de que la puerta del pasajero incluso cerrase.
—¿Que pasó? —preguntó Arch mientras Toni mantenía sus ojos en la carretera.
Desenganche la cámara oculta y se la di de regreso.
—Nada.
Era estupido mentir. Arch vería que sucedió cuando mirara la filmación. Creo que parte de mi esperaba que no la viera hasta el final. No. Esperar era una palabra muy débil. Estaba rogando que no lo viera hasta el final. De haber sabido que el tipo de los sándwiches iba a estar en el Beso de Afrodita, nunca me hubiera ofrecido para jugar a la espía. El hombre me había humillado ahora en dos ocasiones. El se iría a dormir esta noche sin darle importancia, y a mi me atormentaría por un tiempo venidero. Sabía que le estaba dando poder al hacer eso, pero diantres, era difícil detenerme. Mientras llegábamos de nuevo al club, Toni me ayudó a salir del coche, y sin quererlo, me pegue a ella, envolviendo mi brazo alrededor de su cintura y alzando mi mirada, una mirada de súplica en mis ojos, pidiendo permiso en silencio. No me decepciono. Me dio lo que necesitaba, su brazo se apretó a mi alrededor, apretándome contra ella. Un suave suspiro escapó de mi. Cuando Toni me sostenía, sentía como si nada pudiera tocarme. Interpretaba bien el papel protector y a pesar de que luchaba contra el hecho de que la necesitaba, me hacía sentir que valía algo y que era más de lo que había sido años.
Entramos y bajamos por el largo pasillo hasta la oficina de Jughead. Arch abrió la puerta y Jughead hizo una pausa de medio segundo. Alzo la vista de su estado pensativo y sus ojos se posaron en mi, sus labios se curvaron. Estaba comenzando a cansarme de verdad de su mierda. No podía descubrir que tenía en mi contra. Primero, pensé que era debido a todo lo qué pasó con su billetera, pero mientras el tiempo pasaba, veía que era más que eso. Solo no podía identificar el que. Jughead pasó su mirada de mi al brazo de Toni, que estaba fuertemente alrededor de mis hombros, luego hacia Arch, a quien le pregunto amablemente:
—¿Lo tienen?
Arch le expendió la cámara-botón, sacudiéndola suavemente antes de darle la vuelta al escritorio de Jughead para conectarla a su computadora. Trabajo rápidamente, abriendo el archivo. Antes de apretar el botón de reproducir, Arch miro hacia mi.
—Creo que Vero va a querer ver esto.
¿Esto va a ser una reproducción grupal?
Mi corazón dio un vuelco, pero tomé la indirecta y encontré a Vero sentada en la esquina oscura de la barra, sorbiendo un whiskey. Tan pronto como me vio, su rostro se iluminó. Se puso de pie, camino hacia mí y tomó mi brazo.
—Finalmente —murmuro—. Mientras tu has estado fuera pretendiendo se Maxwell Smart, he estado muriendo de aburrimiento. ¿Por qué consigues toda la diversión?
—¿Quien diablos es Maxwell Smart? —pregunté y ella ahogó una risa, ignorando mi pregunta.
Una simple mirada por el lugar y supe lo que quiso decir. No teníamos casi ningún cliente. Encamine a Vero por el largo pasillo, pero antes de seguirla dentro, me detuve un momento, retrocediendo. Mis nervios crepitando.
—Te dejaré aquí.
—¿Que? —preguntó, su ceño fruncido distorsionando su lindo rostro—. Siéntate conmigo.
No era una petición. Vero no preguntaba. Ordenaba. La indecisión me retuvo hasta que, finalmente, trague fuerte, camine hacia la oficina y cerré la puerta detrás de mi. Toni se sentó en la silla de invitados, al lado, opuesto de Jughead. Arch se quedó de pie, mientras Vero se sentó en el brazo de la silla de Toni. Me acomode en la puerta trasera junto a la puerta, sintiendo frío y abrazándome. La filmación era superflua hasta que el acto comenzó. Al segundo que ChaCha apareció, Vero escupió una cadena de escandalosas e inimaginables, maldiciones. Jughead lucía listo para dispararle a alguien. Llamada ChaCha. Veinticinco minutos de filmación después, salte rápidamente desde mi esquina.