Fragmento capítulo 10

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Shawn no quería que durmiera sola, ya que mañana era mi primer día de clase siendo la nueva. A decir verdad estaba muy nerviosa. Así que bajamos un colchón por las escaleras y lo pusimos en medio de la sala. Aún me sorprende que no nos matáramos. Vimos películas hasta tarde, debo confesar que fingí estar aterrada cuando empezó la de terror para refugiarme en sus brazos. Él me estrechaba gustoso.

Cuando me desperté le pedí que me ayudara a elegir mi outfit, pues no quería llamar la atención, pero después de unos minutos me arrepentí totalmente y lo terminé buscando yo.
Me puse un vestido corto que se adhería al cuerpo hasta la cintura y después se esponjaba con vuelo. Este era de grandes lunares al estilo Moschino[1], no era exactamente para pasar desapercibida, pero no me resistí las ganas de ponérmelo en cuanto lo ví. Lo combiné con un collar de oro que tenía un diamante rojo en el centro, además de unas sandalias de tiras finas en blanco.

La puerta se abrió de repente mientras me estaba terminando de peinar.

— Wow, te ves hermosa- murmuró Shawn deteniéndose abruptamente en la entrada. Sus labios estaban separados y se pasó nerviosamente las manos por la barbilla.

No pude evitar sonrojarme ante su expresión, más bien dicho... transformarme en un tomate.
Empuñé mis labios para evitar colocar una sonrisa avergonzada que me traicionó por unos instantes.

— Gracias- susurré mirando hacia otro lado.

Él se acercó a mí y colocó sus manos en mis hombros, movió sus dedos lentamente sobre mi piel, de un lado a otro en un vaivén inocente. Se me cortó la respiración. Acercó tanto su rostro al mío... que pude apreciar detalladamente la línea que dividía justo en el centro a su labio inferior. Acerqué mi mano de manera inconsciente y la acaricié con devoción. Él enredó sus dedos con los míos y los apartó para dejar colgando ambas manos aún entrelazadas. Después con su boca curó mis heridas, besó con locura cada espacio de mis labios, el ritmo se volvió ansioso, desesperado, como anhelando encontrar un nuevo comienzo, uno donde no haya tanto dolor.
Su mano se separó de la mía para rodear mi cintura con sus brazos y romper toda distancia existente.
El sonido del timbre hizo que nos separáramos, fruncí el ceño asustada.

— Tranquila, es que pedí el desayuno- explicó y me dió un beso en la mejilla para después salir trotando de la habitación.

Con una radiante sonrisa tomé un labial y dibujé sobre el espejo un corazón.
Ya lista bajé.

— ¿qué pediste?- grité.

— Si de algo estoy seguro es que pedí todo menos a Lauren Jauregui- contestó desde la sala. Abrí la boca con sorpresa, caminé con rapidez siguiendo su voz. Cuando interrumpí en la habitación no podía creer que la hermosa chica parada incómodamente frente al sofá era real. Ella veía fijamente el suelo claramente nerviosa, levantó la mirada y nuestros ojos establecieron contacto visual. Me acerqué con rapidez y la envolví en un asfixiante abrazo. Me separé después de unos segundos.

— ¿Por qué te desapareciste? ¡No me has mandado ni un mensaje!- reclamé cruzándome de brazos.

Ella sonrió avergonzada.

— Justo ahora no puedo contártelo, se me había olvidado que aún estudias... Pero puedo ir por ti a la escuela e invitarte a comer- explicó emocionada, como si se le hubiera ocurrido una idea.

Asentí. Realmente no podía enojarme con ella, era como mi hermana y la había extrañado tanto. Volví a abrazarla con intensidad.

— Tienes prohibido desaparecer así- susurré.

— Ya no lo haré- prometió.

Me separé de ella y esta observó al chico que miraba la escena desorientado.

— No sabía que conocías a Shawn- murmuró con el ceño fruncido.

— Lo mismo digo- respondió este cruzándose de brazos.

Miré de hito en hito confusa, sabía que se conocían, eso era inevitable... pero se miraban como si fueran contrincantes.

— Pues soy su mejor amiga- expuso esta.

— Eras, porque la dejaste sola cuando más te necesitó- defendió.

Esta abrió la boca y la cerró de golpe.

— Lo sé- susurró.

— No, no sabes, no tienes idea de nada- volvió a reclamar con enojo el castaño.

— Ya Shawn- protesté caminando hacia él y tomando sus manos- gracias por estar cuando nadie estuvo, sabes que te quiero demasiado y estaré en deuda contigo toda la vida, pero ella es como mi hermana y me hace muy feliz verla- confesé.

Él respiró profundamente y asintió.

— Es solo que... quiero que estés bien, me dolió tanto verte triste- explicó en voz baja.

Sonreí. Él era demasiado valioso. Me acerqué a su rostro y junté mis labios con los suyos apenas un par de segundos. Él me sonrió.

Me giré y Lauren nos miraba algo sorprendida.

— Si eres amiga de Melody también eres amiga mía, ¿aceptas?- le preguntó Shawn mientras  caminaba para después extenderle la mano.
Ella la estrechó.

— Acepto. Melody es la persona más noble y gentil que conocerás, cuídala mucho- pidió.

Él asintió.

— Lo sé.

La felicidad no me cabía en el pecho. Me limpié la gota que escurrió de mi ojo con rapidez, mi sonrisa no podría ser más grande.

Después de eso llegó el desayuno, al final convencimos a Lauren que nos acompañara, e incluso después ella me llevó a la escuela, en el camino cantamos canciones de One Direction como si el tiempo no hubiera pasado.

Bad reputation |Shawn Mendes|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora