Fragmento capítulo 4

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Me desperté asustada por el estrepitoso sonido de un trueno. Tate ya no estaba en el sofá. Tenía que confesar que me extrañó mucho el que trajera condones en su bolsillo.
Medio me vestí y caminé hasta mi habitación. Lo encontré saliendo de la ducha, llevaba una toalla amarrada a la cintura. Tenía los ojos hinchados, supuse que yo los traía igual.

— Buenos días chiquilla- sonrió para después besarme — te hubiera despertado con el desayuno hecho o algo así, pero tuve miedo de incendiar la cocina- confesó con vergüenza.

Ahora fui yo quien atrapó sus labios.

— No hace falta, voy a bañarme y ahorita lo preparo- le avisé.

Entré al cuarto de baño y apenas me ví al espejo me dieron ganas de gritar. Tenía las mejillas manchadas de rímel, parecía un mapache. Mi cabello era un desastre, jamás había estado más esponjado. Parecía que tenía los ojos cerrados de lo hinchados que estaban.
Mi maquillaje se había estropeado, pero no lo suficiente como para ver mi piel. Me sentía muy avergonzada, no podía creer que Tate me hubiese visto así. Además de que me dolía mucho el cuerpo.

Respiré varias veces tratando de calmarme, lo menos que quería era llorar más. A ese paso iba a terminar inundando Canadá. Me quité la ropa y me bañé con agua caliente. Una vez en el vestidor elegí un pantalón slouchy[1] de tiro alto y un crop top blanco con estampados florales.
Me maquillé como de costumbre y cuando tomé el labial pensé un breve instante en la palabra que iba a poner.

Hicrita.

Así me sentía, pues Tate me había contado cada uno de sus problemas y yo no era capaz de contarle toda la verdad. Ví mi reflejo y me prometí que me prepararía para revelarle mi pasado, aunque fuese uno que quería olvidar. Aún tuviese que prepararme para la despedida, porque tal vez él no quisiera quedarse después... ¿Qué pasa si soy alguien que no quiero cerca?

Cundo estuve lista fui a la planta baja, Tate estaba sentado en ese sofá.

— Es un cómodo mueble, ¿no?- pronunció levantando una ceja con picardía, regalándome otra de sus sonrisas.

Antes de que pudiera decir algo sonó su celular, él lo tomó y cuando vió la pantalla su sonrisa se ensanchó. Quería preguntar quién era pero no quería verme como una novia celosa. Aunque el me miró de reojo y pareció notarlo, entonces contestó y acomodó su teléfono, fue entonces que me percaté de que era una videollamada.

— ¡Hola!- saludó una voz masculina.

— Hola Carter-. Me di la vuelta para darle algo de privacidad — no te vayas, ven- me pidió. Me giré de nuevo y me acerqué a él — quiero presentarte a alguien, Carter ella es mi novia, Melody, él es mi mejor amigo.

El chico de la cámara era muy agraciado, tenía un rostro bonito con brillantes ojos cafés, también era difícil no percatarse de la ausencia de su camisa, tenía unos brazos musculosos y un abdomen marcado.

— Hola linda, ya me habían platicado de ti, me dicen que mi amigo es un asalta cunas.

Solté una risita.

— ¡Hola! Si lo es, solo estoy esperando a que se le baje la presión para quedarme con su coche - contesté guiñándole un ojo a Tate.

— Cuando lo logres tendrás que llevarme de paseo, estás advertida- me señaló de manera acusadora.

— Tenlo por hecho, ahora te presto a mi chico, tengo que hacer unas cosas, un gusto - me despedí con una sonrisa.

Escuché que continuaban su conversación hasta llegar a la cocina, donde por la distancia sus voces se volvieron inaudibles. Tomé la harina, de forma casi automática comencé a preparar Hot cakes y café. Cuando todo estuvo listo regresé a la sala a buscar a Tate, cuando me paré en la puerta me percaté de que todavía estaba hablando con Carter. Me quedé ahí suponiendo que pronto iban a despedirse, pues me tardé bastante haciendo el desayuno.

— Si, si, tu padre, ajá, ¿sabes? Cuando ya no necesites su aprobación me hablas ¿si?, ¡que te den! - Escuché que le reprochaba su amigo. Me avergoncé por estar escuchando pero no me moví.

— Yo soy el que acaba de dar, por si querías saber.

— Eres... ¡Eres igual a tu padre! - escuché que Carter le gritó con verdadero enojo — jódete y espero no te arrepientas de todo esto, no quiero que vayas después a rogar...- entonces Tate colgó.

El rubio levantó su mano para enredarla en un cabello que ya no estaba, entonces la dejó caer con frustración. Se veía completamente perdido y con la misma mirada de anoche. Yo no sabía qué pensar de lo que escuché, tampoco podía sacar conclusiones cuando todo podría no significar nada.

Entré a la habitación.

— ¡Ya está el desayuno!- exclamé con serenidad.

— Ya voy - murmuró poniéndose de pie.

Sus ojos estaban vidriosos.

— ¿Estás bien?

Asintió tomando mi mano, juntos caminamos hasta la cocina. Vi que se animó un poco cundo comenzó a comer.

— Serás una chiquilla pero sabes cocinar mejor que mi ama de llaves- confesó mientras untaba más Nutella[2] a su Hot cake.

— Me independicé muy pequeña, era aprender a cocinar o morir de hambre... Y dicen que la práctica hace al maestro - agregué.

— Como te dije cuando nos conocimos... Ya lo creo- murmuró con una sonrisa sugerente.

Sentí como el calor incendiaba mis mejillas.

— Yo también...- Susurré con timidez, su sonrisa sé anchó con egocentrismo — Aunque me impresiona que lo recuerdes.

— Pues no estaba borracho cuando lo hicimos.

— ¡No! ¡Eso no, tonto! Me refiero a la plática de cuando nos conocimos.

— ¡Yo también!- exclamó burlándose de mí.

Y me alegró que lo hiciera. Significaba que ya se sentía mejor.

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Slouchy[1]: Es un pantalón de cintura alta, de efecto bombacho en las caderas para volver a ajustarse de nuevo al tobillo. Un diseño que podría haberse inspirado en varios estilos de la década de los 90.

Nutella[2]: Es una marca de crema de cacao y avellana endulzada elaborada por la empresa italiana de Michele Ferrero que fue introducida por primera vez en 1965.

Bad reputation |Shawn Mendes|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora