Una pesadilla compartida

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Mientras Asta lidiaba contra demonios en el inframundo, en un lugar más calmado pero desolado estaba Noelle que se encontraba abrazando una almohada con el manto de la persona que amaba, tratando de conciliar un sueño más acogedor diferente a su realidad.

Sueño de Noelle.

Noelle se encontraba flotando en un espacio vacío de color blanco, sin detalle alguno, cuando todo a su alrededor empezó a tomar una forma más agradable y familiar.

Noelle: Asta, vuelve a mí... – Dijo en voz baja

Aquel espacio vacío, se decoró como aquella pista donde Asta y Noelle bailaron en la fiesta que realizaron los Silva, alumbrado por aquel candelabro, con las mesas rodeando la pista, sobre todo los invitados, que estaban de pie vistiendo elegantemente y mirando a una consternada Noelle en el centro de la pista

Noelle: Todo está como aquel día... solo falta...

???: ¿Noelle? – Dijo una extraña voz detrás de ella.

Noelle se voltea para darse cuenta que era Asta, vestía aquel traje que ella le compró para ese día, solo que tenía el detalle que tenía puesto la insignia de la familia Silva.

Noelle: ¿Asta? – Dijo con los ojos brillosos al borde del llanto.

Asta: No te pongas así mi princesa – Dijo secándole una lagrima – Ya más calmada concédeme esta pieza.

Asta estaba extendiendo los brazos, esperando a que Noelle acepte, en un pestañeó su atuendo diario se convirtió en el mismo vestido que uso el día del baile.

Noelle: Sí Asta – Extendió sus manos para corresponderle a Asta.

Como aquella noche ambos bailaron uno apegado al otro, sintiendo sus calmadas pulsaciones que estaban sincronizadas con la música de fondo, todo esto Noelle lo disfrutaba, le traía un cálido recuerdo, recuerdo que se empezaba a desvanecer.

Noelle: Desearía que nada nos separe... - Dijo recostando su cabeza en el pecho de Asta.

Asta: Perdóname Noelle – Dijo dándole un tierno beso en su frente

Noelle levantó su cabeza y vio como este se desvanecía como polvo, el junto con los invitados y la decoración, dejándola de nuevo en aquel vacío lugar.

Noelle: Aún me cuesta asimilarte... Asta ¿Dónde estás?

Todo se tornó de color negro, y lo que parecía ser un portal se abrió en frente de ella, llamando toda su atención, pero el temor de saber que había ahí la contenía.

Noelle: ¿Qué es esto? – Dijo extendiendo su mano hacia el portal – Aunque no si deba.

Ella se cuestionaba mientras aquel portal no hacía más que aumentar de tamaño, engulléndola y llevándola a otro espacio oscuro, carente de cualquier señal de vida.

Noelle: ¿Qué es este lugar? – Dijo mientras se levantaba – Pero siento una presencia que se me hace muy familiar.

De toda la oscuridad que había, una luz alumbra un espacio alejado de donde ella se encontraba, mostrando una figura que le resultaba muy familiar.

Noelle: Es muy parecido a... – Se preguntaba asímisma, pero aquella imagen se volvió más clara – Asta... Asta ¿Dónde estás? ¿Qué es este lugar?

Era Asta, el mismo que había desaparecido se encontraba en frente de ella, encadenado al suelo mientras se podían escuchar unas oraciones extrañas de fondo.

Asta: Acaso es... - Levantó la mirada y pudo ver que era Noelle incrédulo por lo que miraba - ¿Noelle?

Noelle: ¡¡¡¡Astaaaa!!!! – Gritó desesperada mientras corría lo más rápido que ella podía hacia su amigo.

Un sueño compartido (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora