Estragos de un corazón destrozado

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Noelle se había despertado agitada, tras tener una "pesadilla", pero para sacarse de sus poco alentadoras dudas estaba a esperas de la entrada de Asta, ya que su temor por su bienestar se volvió mayor, mientras el tiempo pasaba ella no le quitaba la vista a la entrada de su tienda de campaña.

Nolle: Debe llegar... Debe llegar... - Se gritaba internamente con mucha insistencia – El está bien, todo fue una pesadilla, solo fue eso...

Cuando sus esperas dieron resultado, ya que una figura se empezaba a hacer presente en el umbral de la entrada de su tienda de campaña, solo que, por el brillo de la mañana, ella no pudo ver quien era, hasta que ese misterio se desveló.

Noelle: Va... nessa – Dijo desanimada, mientras que una mala espina empezaba a surgir den su corazón.

Vanessa: Noelle... veo que ya despertas...

Noelle: ¿Dónde está?

Vanessa: Noelle... esto...

Noelle: ¡¡¡¿Dónde está?!!! – Le preguntó más alterada que antes.

Vanessa: El no...

Noelle: Asta...

Vanessa: El ... ya ... sabes...

Noelle: No, me niego a creerlo – Dijo con los ojos cristalinos a punto de entrar en llanto.

Noelle se levantó de su cama y se fue de su tienda de campaña, dejando a su amiga sola y muda, mientras que ella estaba en búsqueda de algo que le dé esperanzas por su amigo.

Noelle: Asta... Asta... No creo que eso haya pasado – Se preguntaba internamente mientras negaba cualquier el hecho de que Asta no se encuentre.

Noelle siguió su camino en búsqueda de Asta, preguntando constantemente, pero nadie le daba una respuesta concreta, pero su camino la guio hasta la tienda de campaña donde atienden a los heridos, como última esperanza.

Noelle: Asta... por favor dime que estas acá... - Se decía internamente cada vez más desesperada.

Entre cama y cama donde estaban muchos caballeros mágicos con heridas y vendajes, no logró divisar a su amigo, dándole un escalofrió como nunca antes lo había sentido.

Noelle: As... ta... - Dijo con la voz quebrada, entrando en un llanto silencioso.

???: Supuse que te encontraría aquí

Noelle: ¿Quién ... es? – Dijo tratando de secarse las lágrimas y recomponerse.

Yami: Vanessa me dijo que lo estabas buscando y...

Noelle: El ... el...

Yami: No está – Dijo seco y directo – Se... fue, pero gracias a ello el ... demonio se fue.

Noelle: ... El... no... seria...

Yami: Eso fue valiente de su parte...

Noelle: ... Ese... idiota...

Yami: Pero no lo culpes por esa decisión – Dijo tratando de calmarla ya que seguía llorando con la cabeza agachada, evitando el contacto visual.

Noelle: Pero ¿Por qué?

Yami: Eso aún lo estamos viendo con los capitanes... será mejor que descanses un poco.

Yami abandonó el lugar, dejando a una triste Noelle que con las justas se podía mantener en pie, comprender lo que hizo Asta fue difícil para ella.

Noelle: Asta... ¿Por qué me dejaste?... Me lo prometiste...

Noelle empezó a vagar por el lugar deprimida por la partida de su amado, hasta que decidió descansar bajo la sombra de un árbol, pero en eso ella pudo ver como su amiga Vanessa se acercaba.

Un sueño compartido (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora