× Capítulo 8 ×

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Pasaron 2 semanas de la última vez que estuve con David, me mantuve ocupada en mis asuntos personales.
Estuve buscando empleo, remodelando mi hogar y llorando por el distanciamiento de Syd.
Aún no tenía la fuerza para ir a verlo a ese lugar tan horrible.
Mantenía comunicación de Rick y Nick, ambos eran mis amigos y de vez en cuando venían a casa para ayudarme a limpiar.

Sin duda no dejaba de pensar en aquel beso que tuve con Dave. Necesitaba más de él, necesitaba sentir sus caricias en todo mi cuerpo.
El sonido de la puerta hizo que saliera de mis pensamientos.
Rápidamente fui a abrir la puerta y ahí estaba Roger.
Me recargue sobre el marco de la puerta y me cruce de brazos sonriendo.
Él había llegado a mi sin necesidad de pedírselo.

—Me tenías preocupado,no has ido a los ensayos ni mucho menos a nuestros conciertos. ¿Esta todo bien?, ¿Paso algo en el restaurante que no nos hayas dicho?.

Preguntó Roger un poco preocupado, yo negué con la cabeza y me hice a un lado para que pudiera pasar.
Cerré la puerta detrás de mi y fui a la cocina para poder servir el té.
Roger se sentó en el amplio sofá y fui con el para entregarle una taza.

—No pasó nada malo, es solo que estoy tratando de acomodar mi vida aquí. Mis padres no me podrán mantener toda la vida.

Conteste riendo y le di un sorbo a mi té.
Mire atentamente a Roger mientras hablaba de cómo les iba en los conciertos, me quería avalanzar sobre el y besarlo pero aún no era el momento.
Al igual que con Dave, iba a esperar a que el hiciera el primer movimiento.

—Y dime, ¿Que haces en tus tiempos libres? Me he dado cuenta que pintas sobre lienzo. —Él se puso de pie y camino hacia una de mis pinturas que se encontraba arriba de la chimenea.

—Así es, me gusta el arte. En Francia algunas de mis pinturas se encontraban en exhibición, pero es más un pasatiempo que un empleo.

Me puse de pie y fui a donde estaba el, me coloque a un lado para poder observar mi pintura.
Sentía la mirada de Roger por lo cual yo también lo mire. Ambos nos empezamos a reír y yo me sonroje al momento.

—¿Que sucede?. —Pregunte aun riendo.

—No te muevas.

Murmuró Roger mientras se acercaba a mi y me tomaba de la cintura, me acerco más a su cuerpo y comenzó a rozar sus labios contra los míos.
Me puse ligeramente de puntitas para poder alcanzarlo, coloque una de mis manos sobre su mejilla y lo acerque más a mi para poder besar sus labios con delicadeza.

Antes de que el pudiera responder a mi beso escuche como tocaba la puerta, me separe de Roger para ir a ver quien era.
Abrí la puerta y ahí estaba David.
¿Acaso estos dos se ponían de acuerdo?

Abrí mucho mis ojos y se sonrojaron mis mejillas a un más, David me tomó de la cintura para poder entrar a la casa. Pero yo me solté de su agarré.

—¡Dave!, ¿Que milagro?, ¿Que haces aquí?. Roger también está aquí. —Conteste un poco nerviosa y camine hasta la sala donde estaba Roger—

—¿También está aquí?. —Preguntó David con un tono serio, fue hasta donde estaba Roger y lo saludo dando pequeñas palmadas en su espalda. —Creí que estabas en casa de Nick.

—Yo también lo pensé

Le contestó Roger.
Fui a la cocina para traer otra taza de té para David.

× 𝑇𝑤𝑜 𝑑𝑎𝑛𝑔𝑒𝑟𝑜𝑢𝑠 𝑙𝑜𝑣𝑒𝑟𝑠 ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora