× 𝑇𝑤𝑜 𝑑𝑎𝑛𝑔𝑒𝑟𝑜𝑢𝑠 𝑙𝑜𝑣𝑒𝑟𝑠 ×

× Capítulo 33 ×

Estaba justamente frente a la puerta de la casa de mis padres, no sabía cómo iba  soportar el verle la cara a mi madre pero en cuanto tome valor abrí la puerta.
Mi padre se sorprendió bastante al mirarme, fui cortes con él y lo salude.
Pregunte por mi madre, él me dijo que se encontraba en el patio trasero arreglando las flores.
Así que no perdí un segundo más y fui hasta donde estaba ella.

—Oh cielo, estas aquí...
—¿Puedes explicarme la razón del por qué nunca me pasaste las llamadas de David?. —Se lo dije sin rodeos, necesitaba una explicación urgente. Mi madre tomo una postura muy nerviosa ante mis palabras. —
—No sé de qué me hablas. —Respondió ella mientras desviaba la mirada a sus flores. —
—Claro que lo sabes, deja de mentir. David ya me dijo todo, todo acerca de las llamadas y por supuesto, de las cartas.
—No es verdad, él nunca llamó, nunca te escribió y nunca estuvo para ti mientras estabas aquí. ¿Sabes quien si estuvo?, Roger. Así que agradece que ese buen hombre se caso contigo, toma un vuelo y regresa al lado de tu esposo. —Respondió mi madre la cual no retiro la mirada de sus flores. —
—Bien, si así lo deseas.

Fue lo último que dije, me di media vuelta y camine al interior de la casa para ir a la habitación de mis padres y poder encerrarme. Ahí comencé a buscar por todos lados las cartas, hice un desastre tirando todo a mi al rededor pero  no logré encontrarlas.
Del otro lado de la puerta lograba escuchar los gritos y los golpes de mi madre, le urgía entrar.
Comenzaba resignarme, pero dentro de una caja logré encontrar un buen puño de cartas amarradas con una liga, eche un vistazo rápido y solo confirme lo temido, eran de David.

—Eres una mentirosa, te quiero lejos de mi vida. Por tu culpa estoy casada con el hombre equivocado. —Le dije a mi madre con los ojos llenos de lágrimas mientras bajaba las escaleras.—
—No me puedes culpar, ¡Solo hice lo que él me pidió porque dijo que era lo mejor para ti!.

Me detuve en seco al escuchar aquellas palabras

—¿Quién te pidió que cosa?.—Pregunte molesta. —
—Roger me pidió esconder las cartas.