× Capítulo 11 ×

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Pasaron meses desde que me aleje de Roger y David. Aun que aun mantenia contacto con Rick para preguntar sobre mis dos enamorados decidi seguir con mi vida normal
Así que opte por tener dos trabajos y tener una excusa para no acompañarlos a sus ensayos o conciertos.
Por las mañanas atendía una cafetería y en las tardes una tienda de musica.

Me encontraba en la tienda de musica acomodando las cajas que habían llegado.
Estaba en la parte de la bodega destapando las cajas y escuche a mi compañero gritar "_____, ¡Te buscan!".

—¿Quién me busca?. — pregunté desanimada.

—¿Quién más podría ser?.

¡Demonios! Esa voz hacía que me pusiera nerviosa. Tire toda una caja de discos de vinil y maldije en voz baja, me agache para poder acomodarlos y después comenté.

—¿Que haces aquí, David?, creí que estarías ocupado en el estudio preparando el nuevo álbum.

—No podía dejar de pensar en ti, la última vez no quedaron las cosas en claro.

Comentó David mientras me tomaba de la mano para acercarme a él. Suspire bajando la mirada, no sabía que decirle
Regrese la vista a sus hermosos ojos azules, coloque mi mano libre sobre su mejilla y la acaricie lentamente.

—¿Que es lo que quieres saber?.

—¿Que es lo que sientes por Roger?, ¿Sientes la misma pasión que conmigo?. —Pregunto David mientras pasaba una de sus manos por mi brazo izquierdo, aquella acción hizo que mi piel se erizara.
Deje salir un pequeño suspiro

—¿No crees que eso me lo tiene que preguntar Roger?. Pero mi respuesta es no.
Te deseo, David. Desde el primer día que te conocí deseaba tenerte en mi cama, solo para mí.

Después de decir eso David me sostuvo de la cintura y me acerco a él para poder besarme apasionadamente, cerró la puerta con seguro y quito todo lo que estorbaba en  la mesa para poder sentarme en ella.
Coloque mis piernas al rededor de su cintura para poder atraer más su cuerpo al mío.
Nuestros besos eran los más apasionados que podían existir, sus caricias provocaban que me excitara al instante.
Mi mente me decía que parara esta locura, pero mi cuerpo pedía a gritos otra cosa.
Mi compañero de trabajo comentó desde el otro lado "David se tiene que ir, hay una multitud afuera pidiendo autógrafos".
Comence a reír y me separe de él para poder tomar aire.

—Será en otra ocasión, querido.— Deje un último beso en sus labios y lo tomé de la mano para salir por la parte trasera del local.

Ambos caminamos en dirección a la casa de Rick, ahí estaba Roger también.
Al mirarlo le sonreí y lo salude.

Ellos estaban super emocionados pues su representante había logrado que pudieran tocar ni más ni menos que en Pompeya.

—Tienes que acompañarnos, va a estar de locos ese día. —Me comentó David al oído mientras yo reía.

Notaba la molestia de Roger por darse cuenta de que David y yo nos hacíamos más unidos

—Pediré vacaciones, pero no prometo mucho

× 𝑇𝑤𝑜 𝑑𝑎𝑛𝑔𝑒𝑟𝑜𝑢𝑠 𝑙𝑜𝑣𝑒𝑟𝑠 ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora