× Capítulo 29 ×

41 2 1
                                        

A la mañana siguiente había despertado por los rayos de sol que entraban por las grandes ventanas de la habitación.
Con una de mis manos comencé a buscar a Roger pero no había nadie, tome unos cuantos pétalos de rosas y las miré mientras suspiraba.
Después de hacer mi rutina mañanera decidí explorar la casa, para mi sorpresa encontré una nota de Roger sobre un arreglo de flores con un mensaje escrito: "Buenos días, esposa mía. Lamento no haber amanecido contigo, tuve que venir al estudio a arreglar unas cosas. Mientras yo vuelvo puedes explorar la casa, espero que encuentres la sorpresa que deje.
Con amor, Roger".

Con una sonrisa comencé a divagar por mi nuevo hogar, dejé el último piso para el final y mi sorpresa fue encontrar una habitación con balcón y una luz perfecta para que yo pudiera pintar.
Roger se había encargado de tener todo lo necesario.
No perdí más el tiempo y salí al balcón para comenzar a arreglar el caballete, el lienzo y mis pinturas.
Me pase un buen rato afuera disfrutando del paisaje, hasta que miré un auto acercarse. Suponía que era Richard o Nick, quizá Roger había olvidado algo en casa y mandó por él, así mismo baje las escaleras mientras me limpiaba las manos con un pedazo de tela, abrí la puerta y para mi sorpresa era David quien estaba afuera.
Me quedé totalmente inmóvil al mirarlo, fue tanta la impresión que no supe como manejarlo por lo cual mi primer movimiento fue acercarme a él, David me extendió los brazos para abrazarme pero yo le solté una bofetada.

-Lárgate.-Fue lo único que logré decir ya que tenía un nudo en la garganta, las lágrimas inundaron mis ojos y sentía que mi cuerpo no aguantaría ni un segundo más.
-______, no. No me iré a ningún lado, no sin antes hablar contigo. -David me tomó de los brazos pero yo comencé a forcejear, no quería nisiquiera tenerlo cerca.-
-¿De que demonios quieres hablar?, ¡Oh ya sé!. Hablemos de tu maldita ausencia durante tantos meses, hablemos del porque jamás me enviaste una carta o porque nunca recibí una llamada. ¡Pudiste ir a Francia y nunca te apareciste!, ¿¡Por que carajos te casaste con alguien más!?.-Grite de una manera desesperada al mismo tiempo que empujaba a Dave para que se alejara de mi, él se veía confundido por todo lo que yo le había dicho.
-Pero te escribí cartas, una por cada día que estuviste lejos de mí...
-¡Eres un maldito mentiroso!, ¡Nunca lo hiciste!. Por favor, lárgate, no quiero tenerte cerca.

Mis lágrimas no paraban de caer, estaba desesperada y lo único que deseaba era que él se alejara de mí.
Logre soltarme de su agarre, solo así pude correr a mi hogar y cerrar la puerta detrás de mi para no volver a mirarlo.
Me deje caer en el piso ocultando mi rostro entre mis piernas, varías preguntas comenzaron a rondar por mi mente.

¿David decía la verdad?, ¿A caso era real que había escrito una carta por cada día que estuvimos lejos?. ¡Mentiras!, si hubiera sido así...¿En donde demonios están las cartas?

× 𝑇𝑤𝑜 𝑑𝑎𝑛𝑔𝑒𝑟𝑜𝑢𝑠 𝑙𝑜𝑣𝑒𝑟𝑠 ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora