₍ haría lo que fuera por
ayudarte a espacar. ₎
𝗧𝗢𝗗𝗢𝗦 𝗩𝗘𝗡𝗜𝗠𝗢𝗦 de diferentes lugares, con nuestros respectivos pasados y nuestras malas rachas. Jay Park era un adolescente que nunca antes había sentido que tenía un hog...
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Miré por la ventana a la vez que apoyaba mi mejilla sobre mi mano, mientras que mi codo estaba apoyado en mi pupitre.
Ví como las flores se movían mientras que mis compañeros hablan; más bien discutían, sobre el festival cultural de la escuela.
No le dí importancia, pues no me interesaba mucho, ni siquiera tenía alguna idea que proponer. Simplemente haría lo que me dijeran y ya.
— Está bien, está bien. — calmó el profesor, por lo que devolví mi mirada hacia la pizarra. — Ya hablaremos de eso más tarde. Ahora dejanme pasar lista.
Nadie reprochó y así el profesor comenzó a leer los nombres de los alumnos uno por uno.
— Jang Jieun. — llamó y levanté mi mano.
— Presente. — dije mientras me daba una rápida mirada.
Una vez me dijo, devolví mi vista hacia el patio de la escuela que a esas horas, como era de esperar, se mantenía vacío.
— Jay Park. — nadie contestó. — ¿Él volvió a faltar? — preguntó el profesor, pero nadie contestó.
Ligeramente llevé la vista hacia el pupitre que estaba en última fila, vacío.
No me había percatado, seguramente porque ya me había acostumbrado. Ya nos habíamos acostumbrado.
