─ OO2.

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Mis pies intentaban caminar rápido, caminaba mirando mis zapatos blancos, porque debía admitir que me daba algo de miedo caminar sola en la oscuridad de la noche

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Mis pies intentaban caminar rápido, caminaba mirando mis zapatos blancos, porque debía admitir que me daba algo de miedo caminar sola en la oscuridad de la noche. Demasiadas series policíacas tal vez.

No aparté la mirada de mis zapatillas, pero de reojo pude ver una figura sentada en el borde de la acera que daba al parque de al lado de casa.

Frené mi paso y volteé a ver esa figura.

Era una persona con una chaqueta negra, con su capucha puesta y miraba hacia abajo como si la carretera fuera súper interesante.

Ví unos mechones rubios asomarse por debajo de la capucha y las manos de — lo que supusé que era un hombre. — tenían algunos rasguños.

Por un momento me asusté y tragué saliva, pero al ver sus zapatos y sus mechones, algo se conectó en mi cerebro.

— ¿Jay? — pregunté, poco audible, pues tal vez me estuviera confundiendo.

Pero aquellas eran las deportivas que Jay siempre llevaba y el rubio de su pelo lo delataba.

El chico levantó el rostro al escucharme, seguramente ya se hubiera percatado de que lo estaba mirando, pero al parecer ser no me quiso prestar atención hasta ese momento.

— Tú... — no supe bien que decir en cuanto me miró y pude ver algunos hematomas en su rostro.

Pero pude ver perfectamente sus ojos perdidos.

— ¿Te metiste en una pelea? — fue lo primero que pensé, sin moverme de mi lugar.

Él no contestó.

— Uhmm... — extendí los papeles hacia él. — El señor Moon me pidió que te trajera esto.

— No lo quiero. — dijo sin siquiera mirar los papeles, solo mirando mis ojos.

Por unos segundos sentí como si me estuviera pidiendo ayuda con la mirada.

Como si quisiera huir de algo.

Pero yo era demasiado estúpida.

— Los necesitarás. — seguí extendiendo los papeles. — Volverás pronto, ¿no?

— No voy a volver. — contestó, todavía sin aceptar los papeles.

De nuevo no supe que decir.

— Sólo acéptalo. Lo hice para ti. — deje de extender los papeles para agarrar su muñeca y obligarlo a tomarlos.

— Te dije que no voy a volver, ¿no entiendes?

— Por si acaso. — me aseguré de que tomara los papeles, para después sonreír y volver a tomar el camino hacia mi casa.

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parents › p.jongseong. ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora