─ O21.

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—Al final hemos acabado pareciendonos más de lo que creíamos

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—Al final hemos acabado pareciendonos más de lo que creíamos. —Jieun soltó una pequeña risa ante sus palabras. 

—¿A si? —preguntó jugando con sus pies.

—Nuestros padres son unos capullos, a los dos nos gustan los helados y ahora estamos heridos. —señaló la rodilla de la chica, la cual tenía una tirita puesta.

—¿Sólo por eso nos parecemos? —volvió a preguntar Jieun, en un tono divertido mientras lo miraba.

—Seeh.

Sentados sobre dos de los tres columpios del parque, Jay y Jieun se daban impulso lentamente en un pequeño vaivén de delante hacia detrás, lamiendo cada uno sus respectivos helados.

Unas horas antes habían ido hasta una tienda veinticuatro horas para comprar medicinas y curar la herida de Jieun y los golpes de Jay. No pudieron resistirse cuando vieron el cartón que mostraba la amplia selección de helados y terminaron gastando todo el dinero que llevaban encima.

—También nos queremos mucho el uno al otro, ¿verdad? —Jieun volteó para mirarlo con una sonrisa. El corazón de Jay se congeló ante sus palabras y sus mejillas se colorearon.— Eso nos hace parecidos también.

Después de unos segundos mirándola se dio cuenta de que sus palabras eran totalmente ciertas. Sin quererlo Jieun apareció en su vida, junto a una bolsa de helados y una preocupación ingenua. Él no lo pidió, pero ella había estado ahí, lo había cuidado y lo ayudó cuando las cosas se hundieron.

Jay quiso agradecerselo, pero unas simples palabras no serían suficiente para hacerle saber a Jieun cuanto la quería.
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Pasaron días en los que Jieun siguió ausente en clases, sin embargo, para la adolescente, los días volvían a tener color y habían dejado de ser monótonos. Tal vez porque hablar con Jay por mensaje o videollamada la había hecho olvidar un poco el asunto de su padre.

Y en ese lapsus de tiempo el verano terminó llegando, dándole libertad a los alumnos durante unos escasos meses.

Los tres amigos caminaban en silencio por la acera. Alex cabizbajo, Hansol tomando la mano de Yujin y esta última mordiendose el labio para no pedirle a su novio que la suelte. Últimamente había comenzado a sentirse incómoda alrededor de Hansol. Para ella el chico era como un libro abierto y desde hace mucho tiempo siente que el castaño ha mentido respecto a sus sentimientos.

—¡Alex! —el trío volteó, encontrándose con un chico sonriente que corría hacia ellos con un papel en mano. Al llegar a ellos, todavía sin borrar esa sonrisa, le mostró el papel a Alex.

El pelinegro lo miró, aunque se le dificultó un poco ver lo que le enseñaba por lo cerca que estaba de su rostro. Al final consiguió leer. Era un diploma.

—¿YoungHoon? ¿Lo lograste?

—¡Así es! Todavía tengo que hacer el examen de ingreso a la Universidad, pero algo es algo. Pase de curso como un ídolo.

parents › p.jongseong. ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora