Casi no pude dormir en la noche, era imposible solo cerrar mis ojos y descansar, cuando él podría no estar así de cómodo. Después de dar vueltas en mi cama me llegó el sueño como a las 3 de la mañana, pero ahora estoy dispuesto a ir por mi amigo.
Ya solo falta media hora para ir a dejar el dinero, mi padre no tuvo problema en sacar los 3 millones de su cuenta bancaria; la empresa le ha generado varios ingresos de los cuáles no le importa sacar para algo tan importante.
Él no me quiere dejar ir con él, debo estar ahí, y asegurarme de que mi amigo venga con ellos, pero dice que puede ser muy peligroso para mí y por más que le ruego su respuesta sigue siendo firme.
-Pero papá, necesito estar ahí y asegurarme de que sí van a dejar a Alejandro.
-Ya te dije que no y que estoy seguro de que no es una trampa. Te vas a quedar aquí con Miranda y Rayan, ¿crees que ellos no están asustados? Por favor deja de molestar y quédate con ellos.
Decido callarme y sentarme, no porque quiera, sino porque mi padre enojado da miedo.
Llega la hora y él se va, es demasiado angustiante estar sin saber nada, pasa un gran rato en el que recibo una llamada de papá.
- ¡Papá!
-Haz silencio y graba.
Hago lo que hace y pongo el celular en alta voz e inmediatamente pongo mi pantalla a grabar, hay un silencio y de repente se escuchan unas voces.
-Tengo el dinero, pero no se los doy si no me entregan a Alejandro.
-Enseña el dinero.
*Se escucha con un maletín abriéndose*
-Bien- silencio-trae al niño.
Hay más silencio, pero luego son pasos por encima de las hojas.
-Ahora dame el dinero.
Ya no se vuelve a escuchar nada y la llamada se corta, dejo de grabar, pero esas no son las palabras suficientes para estar del todo tranquilos así que no puedo parar de caminar de un lado al otro.
Pasan al menos una hora, en la que los nervios aumentan a cada segundo.
-Tranquilízate un poco y confía en tu padre- me dice Miranda.
-No puedo, necesito saber que está bien y...
Se escucha un carro así que voy casi corriendo hasta la puerta, la abro y veo el carro de papá. Cuándo él baja y me dice que entre a la casa el miedo se instala en mí y no sé qué es lo que me sucede.
- ¿Y Alejandro? – Pregunto, pero en eso él aparece detrás de papá.
Me acerco a él, pero niega con la cabeza y me hace una seña de silencio a lo que yo enarco una ceja hacia él y vuelvo a ver a papá a ver si tiene algo que decir. Me señala el teléfono y minutos después éste vibra en mi bolsillo, lo saco y tengo un mensaje de papá. Esto es demasiado raro.
"Creemos que Alejandro tiene un micrófono. Debemos encontrarlo"
"¿Cómo lo vamos a encontrar?"
Respondo yo con pregunta, pero él no hace nada más que señalarme con la cabeza hacia la cocina, entiendo la indirecta y me dirijo a ésta, dejamos a Alejandro con sus padres después de decirles en por mensajes lo que pensamos. Estando ya en la cocina, él habla.
-Tengo un amigo que sabe de esto, estaba pensando en llamarlo.
- ¿Estás seguro del micrófono?
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Las dos caras de la moneda [Completa]
Teen FictionKevin es un chico que está terminando su etapa de colegio, que ve a su padre sufrir día a día por un amor, su madre, él no sabe por qué de la situación, pero decide poner una regla: No amar, él piensa que el amor es solo para sufrir y le tiene miedo...