capítulo #26

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Stephanie

Nos besamos lentamente y una cosa llevó a la otra.

Los dos sabíamos lo que estaba a punto de pasar y mis nervios comenzaban a subir.

Comienza a desabrochar los botones de mi camisa donde poco a poco se empieza a ver mi sujetador. Su respiración se corta y sus pupilas se dilatan, luego, sus manos se dirigen hacia mi espalda donde rápidamente me desabrocha el sostén. Kevin se levanta conmigo sobre él y me lleva hasta mi habitación, sus manos se sentían cálidas sobre mi piel.

A pesar de que el ritmo inicia lento, Kevin va aumentando poco a poco, me acomoda en la cama de una manera en la que pretende ser suave, pero ruda a la vez. Baja sus manos de manera lenta, dándome pequeños besos en el cuello hasta llegar a mi pantalón, lo desabrocha, se separa de mi cuello y lo baja junto a mis bragas, lo que me produce escalofríos que recorren todo mi cuerpo. Continua con sus besos, pero esta vez se baja y se instala en mis pechos besándolos y dándoles bastante atención.

Se detiene un segundo para quitarse la camisa, su cuerpo perfectamente tonificado que me deja sin aliento por un instante.

Sus manos se dirigen hacia su pantalón donde lo quita rápidamente dejando al descubierto su gran erección, escucho como raja el sobre del preservativo y aprecio el momento en el que se lo pone.

Se coloca entre mis piernas y siento el justo momento donde nuestras partes se rozan haciendo que mi respiración se agite. Me mira intensamente a la vez que su cuerpo se une al mío creando uno solo.

La intensidad va subiendo y nuestros cuerpos se encuentran ahora sudorosos, juega con mi boca y mis pechos, hasta que poco a poco siento como la intensidad sube ahora más y más. Mi estómago se tensa y seguido siento una oleada de placer recorrer por todo mi cuerpo. Abro un poco mis ojos y logro captar el momento en el que Kevin logra llegar a su propio orgasmo.

Cae rendido sobre mí escondiendo su cabeza en mi cuello y dando pequeños besos allí mismo. Lo siento sonreír y yo sonrío también, sale poco a poco, se quita el condón, lo tira a la basura y se tumba a mi lado.

-Eso fue demasiado genial. -Dice mientras me abraza tiernamente.

Se me escapa una leve risa. Me siento tan agotada y feliz... poco a poco voy quedándome dormida, pero eso no me dura mucho cuando escucho que alguien llama a la puerta.

Miro el reloj con desconcierto notando que ya está llegando la madrugada, ¿Quién podría ser? Giro mi cabeza encontrándome con la mirada igual de confundida de Kevin, llaman de nuevo y yo me levanto buscando algo para ponerme.

-Usa mi camisa, parece que te necesitan rápido.

Le agradezco y ubico su camisa para colocármela, escucho una vez más que llaman y camino a paso rápido. Al abrir me encuentro con mi hermana pequeña llorando, pero viene sola.

- ¡Mara! ¿Pero qué haces aquí sola? ¿Por qué lloras?

Ella se abalanza hacia mí y yo cierro la puerta, me siento en el suelo y la envuelvo en un abrazo mejor. Tarda bastante, pero se logra calmar un poco y finalmente me habla.

-P-papá llegó a casa por unas cosas, p-pero discutió con mamá y-y ella subió las escaleras. C-cuando salió de su cuarto e iba a bajar las escaleras d-de nuevo tropezó y c-calló.

- ¿Qué? - No puedo evitar gritar un poco, pero me tranquilizo y voy a averiguar cómo llegó aquí- ¿Dónde está mamá y cómo llegaste aquí?

-Papá me trajo, me dejó abajo y se llevó a mamá al hospital, e-ella estaba sangrando en la cabeza. Dijo que te avisara y que por favor vayas al hospital.

-De inmediato, voy a cambiarme y le avisaré a Kevin, tú anda y toma un vaso de agua. Ya casi vuelvo.

Ella me obedece y camina a la cocina, yo me pongo en marcha encontrándome con un Kevin muy somnoliento, pero manteniéndose esperándome.

-Debo ir al hospital, mamá sufrió un accidente.

- ¿Qué? Yo voy contigo.

- ¿No estás muy cansado?

-Eso no importa mucho, yo te acompaño. ¿Quieres que mientras te pones ropa le avise a Ana y papá?

-Por favor.

Camino hacia el armario sacando la primera ropa que me encuentro, me saco la camisa y se la tiro a kevin tras de mí con el teléfono en la oreja esperando que le cojan la llamada.

Voy a la sala y siento como me sigue, me encuentro a Mara sentada en el sofá esperando por mí.

Le digo un  "vamos" y no lo piensa ni dos veces cuando está abriendo la puerta, antes de salir abro un cajón de mi cocina y me llevo unas cuantas barras de avena camino a la salida.

Cierro la puerta y llego al ascensor encontrándome con mi hermana haciéndole preguntas a Kevin. Entramos, marco en los botones para bajar al aparcamiento y cuando llegamos caminamos rápidamente a mi auto.

Salgo lo más rápido que puedo y gracias a la hora el tráfico es muy poco, por lo que llegar no es tan difícil.

Salimos del auto dejándolo en un lugar seguro y cuando entro voy directamente a la recepción a preguntar sobre mi madre, me dicen que está en el tercer piso, Kevin no suelta mi mano en todo el camino, me informó que ya mi Tía viene junto a Brayan.

Miro a mi padre a lo lejos y conforme nos vamos acercando, él nota nuestra presencia, su mirada se ve preocupada, pero, aun así, mira a Kevin y luego a nuestras manos juntas.

- ¿Quién eres?

- ¡Papá! No seas grosero, primero que todo, ¿Cómo está mamá?

-Tu madre se encuentra bien, la lograron estabilizar, pero sigue inconsciente. Ahora, dime ¿Quién eres y por qué sostienes la mano de mi hija?

Por un momento pensé que la soltaría, pero estaba muy equivocada, al contrario, me sostuvo más firme y sonrió.

- ¡Hola Señor Brown! Me presento, yo soy Kevin Gutiérrez, el novio de su hija.

Él le extiende su mano libre y papá la toma un poco desconcertado, tiene la boca ligeramente abierta, luego me mira a mí y me pregunta:

- ¿Y tú desde cuando tienes novio? ¿Por qué yo no sabía nada?

-Es desde hace poco, mamá justo se enteró en el almuerzo de hoy, bueno-miro la hora en el celular, notando que son la una de la mañana- ayer, tenía el plan de decirte hoy.

-Entiendo, me gusta que no te acobardaste ante el padre de tu novia, pareces bastante seguro. Solo te digo que, si le haces algo a mi nena, te las verás conmigo.

-Lo entiendo perfectamente señor Brown.

-Por favor, dime Agustín, me haces sentir viejo.

- ¡Claro!- responde él con una sonrisa.

Esta no fue la manera en la que me imaginé este encuentro, pero sin dudas salió bien.

Nos sentamos a esperar y para cuando Brayan y Ana llegan, Mara está dormida sobre mis piernas.

No tenemos noticias nuevas aún de mamá, mis ojos también se sienten pesado y mi padre se lleva a mi hermanita para que yo duerma. Kevin pasa un brazo sobre mis hombros atrayéndome a él, a lo que yo me acurruco y me duermo mientras esperamos por noticias.

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Las dos caras de la moneda [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora