Capítulo #15

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Un mes con seis días después

El correo llegó, no puedo creer lo que viene en él.

Veo fijamente como mi padre extiende el sobre hacia mí, sonriente, ambos lo estamos. Esto puede decir lo que va a pasar conmigo en el futuro, pero todo se ve un poco confuso cuando me extiende otro sobre, un poco dudoso sobre el último.

Cojo en mis manos ambos sobres y los observo fijamente. Ahí se encuentra una de las respuestas más importante de mi vida; Al salir de mi sorpresa y mi raro modo de "contemplar a los sobres" camino hacia la mesa sentándome y abriendo los sobres.

Aceptado

He sido aceptado en la universidad de Londres y en cierto modo me siento feliz, pero no tanto como la sensación de nerviosismo que tengo ante lo que pueda haber en el otro sobre.

Leo rápidamente lo que dice en el segundo sobre, pero me enfoco en lo que más me importa. Miro a mi lado donde se encuentra mi padre, esperando una respuesta de mi parte.

Una sensación extraña pasa por mi cuerpo y sonrío ampliamente.

-Me aceptaron papá, me iré para Costa Rica a iniciar lo que va a ser mi gran futuro.

-Me siento muy orgulloso de ti hijo, ¿Cuándo empieza? ¿Qué información viene ahí?

-Dice que se empieza en febrero, casi en un mes exactamente.

-Hay que empezar a preparar todo. Y hoy también llegaron las respuestas de Alejandro, no me han informado de nada, pero dudo que no haya entrado, por lo que reuniré a la pandilla y haré una fiesta.

No puedo evitar reír, mi padre hace fiestas por todo, pero hoy, necesito esta celebración.

***

- ¡Salud! - Grita mi padre después del gran y emotivo discurso hacia Alejandro y hacia mí.

Si bien es cierto, que voy a extrañar a todos mis amigos, pero me prometo a mí mismos llamarlos cada que pueda. El día de hoy es una "pequeña celebración" según papá, en la que nos encontramos mis amigos y sus padres, que llegan a ser como mis tíos, mi padre y yo. En resumen, mi familia.

Me gusta la sensación que siento con ellos, Miranda está llorando de alegría y tristeza porque su sobrino se va, como ya mencioné antes, ella es como mi madre y por eso le afecta como tal.

La fiesta es emotiva y feliz, mis amigos me dicen que van a extrañar hablar de sus novias conmigo y yo les devuelvo con un "Al fin dejaré de escuchar tanta mierda rosa", es una fiesta divertida porque bailamos como tal y hasta "cantamos" Karaoke.

Mi padre no nos deja beber demasiado porque dice que aún no nos hemos acostumbrado al alcohol, aunque Alejandro tiene los dieciocho desde hace cinco meses lo que implica ya haber tenido un contacto directo con éste en muchas ocasiones. Disfruto cada instante con personas que forman parte importante de mi vida.

Salí a caminar un poco, mi mente está un tanto loca por todo el estrés que es mudarse- en especial si es a otro país en el que me perdí un poco- y como ir caminando con música me relaja es lo que hago, pero se me antoja un refresco.

Vi a Stephanie a lo lejos, ella alzó la mano en un saludo que correspondí.

¡Es muy hermosa!

Lástima que no me gustara todo lo que tiene que ver con amor porque si no lo intentaría con ella. Sacudo mi cabeza alejando esos pensamientos, ¿qué me pasa? Yo nunca he pensado así, aparte que estoy a punto de irme, solo quedan unos cuantos días para mi mudanza.

Ella se encuentra en el supermercado al que me dirijo para comprarme un refresco.

Me quito los auriculares y la saludo cordialmente, me alegra que después de todo lo que pasó entre nosotros no haya afectado la amistad. Hablamos y nos ponemos al día de nuestras vidas, de cómo me aceptaron en Costa Rica y a ella en una de las mejores escuelas de arte.

Me distraigo un poco en sus labios, pero nuevamente subo la mirada a sus ojos, eso no significa nada, absolutamente nada. O eso quiero creer.

-No puedo creer que te vayas, eso es genial.

-Digo lo mismo, es genial que entraras en la escuela más grande de arte, me alegro muchísimo.

-Gracias, ha sido mi sueño desde hace dos años, cuando descubrí mi amor por esto.

La madre de ella la llama para que se vayan a casa, a lo que yo me despido y voy por mi refresco y continúo con mi caminata.

Pienso en todo un poco, no puedo evitar sentirme feliz por ir a vivir en Costa Rica, aunque me da un poco de miedo porque bueno, nunca he vivido solo, voy a un país en el que no conozco a nada y con costumbres totalmente diferentes.

El cambio extremo de horario también afecta, unos pocos días que fue lo que estuve en el paseo fue bastante fácil, pero, ¿vivir por cinco años allí? Me va a costar un poco.

Voy tan sumido en mis pensamientos que no noto como alguien se posa frente de mí, es un hombre más alto que yo, claramente más musculoso y con bastante fuerza...porque me levanta.

- ¿Creíste que ya todo había terminado?

- ¿Y tú quién eres? - Trato de sonar tranquilo, pero mi corazón late muy acelerado a causa de la adrenalina y admito que miedo.

-No tengo tiempo para hablar, menos contigo- camina hacia una camioneta negra, que ni idea de donde salió, me arrastra con él, todo es tan rápido que no puedo ni gritar. Sin embrago, alguien toma al sujeto por detrás haciendo que este me suelte.

Yo trato de calmar mi respiración, miro al frente y noto a mis guardaespaldas.

Vaya, me había olvidado de ellos, pero me alegra que papá haya decidido no despedirlos.

Al final logran mantener al sujeto quieto- el cual tontamente ha venido solo- y yo me encargo de llamar a la policía. Otra basura que está a mano con la mujer de la vez pasada y el otro hombre, ni imaginar si hay más.

Llamo a mi padre para que se entere de la situación y vaya a la delegación. Gracias al cielo, hay cámaras que filmaron todo y el proceso es bastante rápido.

Mi padre da la orden de que me debo ir lo más pronto posible porque si vienen solo puede ser por mí, esto después de estar de acuerdo con mi teoría de que pudiera haber más personas detrás de mí, que son cómplices de la que era "la mejor amiga de mamá"

Siento que la herida de mi abdomen palpita, enarco una ceja, debería estar sana al igual que la de la pierna, pero no lo está.

Decidí no contárselo a papá la última vez, pero me parece un poco demasiado, así que cuando me dicen que vaya a casa- de la que ya estaba bastante cerca- lo hago e informo a mi padre.

Decide llamar al doctor y este dice que, al haber pasado toda una noche fuera después de una infección se inflamó y por eso dolía muchas veces.

Me inyectó algo y me dio unos medicamentos, asegurándome que en un par de semanas mejorará.

Justo para viajar.

Las dos caras de la moneda [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora